C.Guzmán - El Plural.com
El caso de la salvadoreña B.C., a quien la Corte Suprema de
Justicia de El Salvador ha negado su solicitud para abortar en una situación
extrema para su salud, que podría costarle la vida, y una malformación terrible
del feto, pone a España ante un escenario que puede estar próximo, si el
Gobierno de Rajoy materializa la reforma de la Ley del Aborto que pudiera
llegar a incluir, según anunció el ministro de Justicia hace un año, la
eliminación del supuesto por malformación del feto.
Espera un feto sin cerebro
La joven salvadoreña, de 22 años, solicitó el 11 de abril
pasado a la Sala de lo Constitucional de su país interrumpir su embarazo porque
padece lupus y una enfermedad renal, y pone en riesgo su vida si sigue adelante
con el embarazo. Se da la circunstancia de que el feto es anencefálico, es
decir, no tiene cerebro. En El Salvador el aborto está penalizado en todas sus
formas desde 1998.
El derecho de la mujer
La sentencia de la Justicia salvadoreña, adelantada por la
SER, considera que “los derechos de la madre no pueden privilegiarse sobre los
del nasciturus” (el que ha de nacer) ni viceversa. Además, expresa que “existe
un impedimento absoluto para autorizar la práctica de un aborto por contrariar
la protección constitucional que se otorga a la persona humana ‘desde el
momento de la concepción”.
España, frente a un escenario próximo
La extrema situación de esta joven salvadoreña pone a España
frente a un escenario en el que puede verse en un futuro cercano, si el
Gobierno lleva adelante su reforma de la Ley del Aborto que pretende retirar a
la mujer el derecho a decidir y que pudiera incluir, según anunció hace un año
el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, la eliminación del supuesto de
aborto por malformación del feto.
El PP no aclara su reforma
Tras la polémica suscitada por la reforma, que haría
retroceder a España en esta materia a la década de los 80, el PP ha optado a
veces por el silencio, cuando los preguntados son los máximos cargos del
partido y el Gobierno, es decir, Rajoy, Cospedal y Sáenz de Santamaría, o por
intentar trasmitir que hay polémica en las filas del partido sobre esta
materia, e, incluso, por desautorizar a Gallardón dejándolo solo en temas
espinosos como el supuesto de malformación en el feto.
El 6 de mayo, el portavoz adjunto del Grupo Popular en el
Congreso Rafael Hernando afirmó, en una entrevista en Europa Press, que este
aspecto es sólo “una reflexión personal” del ministro y que no tiene sentido
volver a temas que ya “estaban razonablemente solventadas” con normativas
anteriores.
El portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, también
se encargó de dejar claro a los medios que hay diversas voces en el partido
sobre el asunto del aborto, y la vicepresidenta primera del Congreso, Celia Villalobos,
llegó a escenificar esa polémica al no votar junto a su Grupo contra una moción
socialista que pretendía parar la reforma impulsada por Gallardón.
La titular de Igualdad, Ana Mato, en un arrebato
benéfico más propio de otros tiempos que del siglo XXI, afirmó que colaborará
en la reforma de Gallardón con un plan de apoyo a la maternidad que evite las
interrupciones del embarazo y proteja a las madres que den al bebé en adopción.
“El plan de maternidad está dirigido especialmente a las jóvenes adolescentes
que sean madres y también a las madres que están en situaciones más
complicadas. También estamos incorporando mejoras en los procesos de adopción y
acogida para proteger a las madres que decidan dar a su niño en adopción así
como para dar más garantías a los menores “, dijo la ministra.