viernes, 29 de noviembre de 2013

La violencia de género se perpetúa y alcanza a mujeres cada vez más jóvenes

Han pasado casi diez años desde la aprobación de la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género y, durante este tiempo, 700 mujeres que deberían estar vivas han sido asesinadas por hombres con los que mantenían o habían mantenido una relación afectiva. Lejos de reducirse el problema, la situación no sólo se perpetúa, sino que se agrava, alcanzado a mujeres cada vez más jóvenes.

 El porcentaje de mujeres que ha sufrido maltrato alguna vez en su vida representó el 10,7% de la muestra de la Macroencuesta del Instituto de la Mujer. Además, son las mujeres de entre 25 y 29 años y las de 40-44 años las que declara haber sufrido maltrato con más frecuencia. El 21,3% de las víctimas de violencia de género que llamaron el año pasado al 016 tenían entre 18 y 30 años. Seis de cada diez chicas reciben mensajes con insultos machistas de sus novios y amigos de su pandilla a través de llamadas, WhatsApp y Tuenti, según un estudio promovido por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género. La Fiscalía de Menores alerta de que aumentan las causas judiciales por razones de violencia de género en adolescentes de entre 15 y 17 años. La Fiscalía de Menores alerta de que aumentan las causas judiciales por razones de violencia de género en adolescentes de entre 15 y 17 años. A ello se añade que una de cada diez universitarias reconoce haberse sentido obligada a conductas de tipo sexual en las que no quería participar o han visto difundidos mensajes, insultos o imágenes por internet  sin su permiso.

Enseñar a vivir un amor sin violencia


Una escena de la adaptación al cine de la saga 'Crepúsculo'

Prevenir la violencia machista a través del móvil y las redes sociales es el objetivo de una nueva campaña del Institut Català de les Dones (el organismo de Mujer de la Generalitat de Catalunya), que alerta del aumento del acoso sexual y la violencia psicológica (control excesivo, amenazas, desacreditaciones,...) entre menores y adolescentes utilizando las nuevas tecnologías. Algunos de los indicadores para detectar estos comportamientos son:

miércoles, 27 de noviembre de 2013

“El que agrede a una mujer es más ignorante que un analfabeto”

“Debo proteger los derechos humanos y eso incluye a la mujer. Lucho para que tengan las mismas oportunidades que los hombres”. Lo sostiene Ruth Buendía, presidenta de la comunidad indígena Central Asháninka del río Ene (CARE). Las mujeres indígenas de la Amazonía peruana a las que representa no han recibido una educación basada en la igualdad, ya que sus padres les han casado con apenas 12 años, desvinculándose de toda responsabilidad y trasladándoles la carga de tener hijos siendo casi unas niñas.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Lo que hemos de explicar a las chicas

Creíamos que el machismo estaba de retirada, y ahora vemos que no. Que la violencia de género retrocedería cuando se aplicaran las medidas previstas en la legislación integral que la combate, y nos encontramos con que no solo no disminuye sino que cada vez afecta a mujeres más jóvenes. Creíamos que los estereotipos de género desaparecerían conforme las nuevas generaciones fueran educadas en la igualdad, y ahora vemos que siguen muy vivos, y en expansión, entre una parte de los adolescentes. ¿Qué ha pasado?

¿Cuál es el origen del Día contra la Violencia de Género?

El 25 de noviembre es la fecha elegida por los organismos internacionales, gobiernos y asociaciones de mujeres para unir fuerzas y hacer visible a toda la sociedad el problema de la violencia de género. Se trata de reflexionar sobre las diferentes formas en que se manifiesta la violencia contra las mujeres en todo el mundo, la impunidad de los agresores en muchos países y la prevención desde la infancia y adolescencia. Es también una jornada para celebrar los avances legislativos y culturales que se están llevando a cabo, y, ante todo, un recuerdo y homenaje a todas las víctimas.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Cuando la denuncia no protege

Ya forma parte de la retórica sobre la violencia de género pedir a las mujeres maltratadas que denuncien porque ésta es la única manera de entrar en el sistema de protección. Sin la denuncia, se escucha habitualmente, el sistema no puede detectar el maltrato y tampoco ponerse en marcha.
La denuncia de la violencia de género es importante, sin duda, para acabar con la impunidad de los agresores, para saber a qué magnitudes nos enfrentamos, para visibilizar esta forma de tortura que las mujeres sufren en sus propios hogares, en las relaciones de pareja. Unos delitos tan silenciados como tolerados socialmente. Pero todos los estudios, así como el porcentaje de mujeres que son asesinadas todos los años sin que hubiesen interpuesto ninguna  denuncia contra los asesinos, coinciden en que la violencia escondida, la que no se denuncia, supone alrededor del 73% de la violencia real que sufren las mujeres. Un porcentaje que refleja, además de otras realidades, la poca confianza de las mujeres en la justicia.
En los últimos años, mientras el número de denuncias desciende aumenta el número de sobreseimientos, el número de solicitudes de protección denegadas a las mujeres así como el número de sentencias absolutorias para los agresores.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Guía divulgativa para entender el procedimiento ante la violencia de género

La Dirección General de Violencia de Género y Asistencia a Víctimas de la Junta de Andalucía acaba de publicar la Guía divulgativa procesal para mujeres víctimas de violencia de género que pretende proporcionar a la ciudadanía en general y a las mujeres víctimas de violencia de género, en particular, información básica y esencial, a través de un lenguaje claro y accesible, sobre cada uno de los momentos y trámites del procedimiento judicial que se deriva de la denuncia de un delito o falta de violencia de género.
El objetivo es que las mujeres que sufren maltrato puedan tomar sus propias decisiones según sus necesidades y expectativas conociendo cada momento procesal, al margen del abogado o abogada que tengan y de la información que le proporcione. La guía se convierte así en un instrumento tremendamente útil tanto para las mujeres maltratadas como para quienes las acompañen en su salida del maltrato, en esa “ruta crítica” como llama la Organización Mundial de la Salud al camino (largo, difícil y tortuoso) que comienza tras interponer una denuncia por violencia de género. Teniendo en cuenta que buena parte de las mujeres maltratadas recurren a abogados de oficio y examinando la mala respuesta que obtienen en los juzgados, creo que es un acierto este esfuerzo de divulgación del procedimiento.

jueves, 21 de noviembre de 2013

El 3% de las chicas reconoce que su pareja le ha pegado

El 3% de las chicas reconoce que el chico con el que salió, quería salir o que él quería salir con ellas le pegó y más del 36% de las chicas confiesan haber sentido miedo por los mensajes que recibían a través de los diversos dispositivos electrónicos que usan habitualmente para comunicarse con las personas de su edad.

Son algunos de los datos que desvela el estudio ‘La evolución de la adolescencia sobre la igualdad y la prevención de la violencia de género’, realizado por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género y dirigido por la catedrática María José Díaz-Aguado, que fue presentado este martes en Madrid. 

lunes, 18 de noviembre de 2013

Cómo detectar el maltrato psicológico

El maltrato psicológico es una conducta de agresión verbal, degradación y desprecio, que se realiza de forma continua y reiterada. Generalmente, este tipo de maltrato, se da más en mujeres que en hombres, y se puede encontrar en todos los aspectos de la vida, en el trabajo, en la propia casa e incluso en el centro de estudios. A diferencia del maltrato físico, éste tipo de maltrato no deja huellas visibles en el cuerpo, sino que afecta de forma diferente, la salud mental de la persona.  A continuación te presentaremos, cómo detectar el maltrato psicológico.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Comunico, ¡luego existo!

La presencia de las mujeres como fuente de información en los medios no alcanza el 30%. Asimismo, hay que tener en cuenta que en la mayoría de los casos en que se recurre a mujeres especializadas, se les consulta sobre educación, salud o cuidados. De esta manera, vemos cómo no solo se invisibiliza a la mujer en los medios, sino que además se siguen perpetuando los roles de género. Ante esta situación, la Asamblea de Mujeres Periodistas de Sevilla y Provincia (AMPS) creó hace dos años el censo de expertas, un proyecto pionero en España que consiste en una base de datos, destinada a periodistas, en la que figuran mujeres especialistas en diferentes áreas de conocimiento.
Probablemente cuando escuchamos los informativos, vemos un reportaje o leemos el periódico, nos pasa desapercibido que la mayoría de las fuentes informativas son hombres. Una muestra más de las diversas formas de invisibilización de la mujer en los medios de comunicación y en la esfera pública. Sin embargo, gracias al censo de expertas, una iniciativa puesta en marcha por la AMPS con la colaboración de la Asociación de la Prensa de Sevilla (APS) y del Ayuntamiento de Sevilla, podemos obtener referencia de más de 300 mujeres especialistas, que han accedido a ser fuente de información.
La acogida del censo de expertas en el sector ha sido bastante buena, tal como afirma la coordinadora de la AMPS, Cristina: “Hemos sido noticia en diarios y redes de ámbito nacional e incluso internacional. Pero, por otro lado, el censo no está finalizado, nos quedan campos que desarrollar y un trabajo de difusión mayor, quizás más dirigido a cada uno de los medios, de programas específicos, para que lo utilicen. En 2013 hemos recibido un premio Meridiana, del Instituto Andaluz de la Mujer, que supone un reconocimiento a lo realizado y un estímulo para continuar”, explica.
Entre las expertas censadas está Amparo Cantalicio, quien asegura que esta herramienta le parece una iniciativa “estupenda” para visibilizar y poner en valor el trabajo de muchas profesionales a través de los medios. Sin embargo, reconoce que “por desgracia, aún son necesarias este tipo de acciones porque la igualdad no es real”. Asimismo, añade que es sintomático que cuando alguien quiere montar un evento profesional y piensa en un experto, casi todos los nombres que se le vienen a la cabeza son hombres: “No hay mujeres en su shortlist”.
Por su parte, Yolanda Cruz, otra de las expertas que componen esta base de datos, asegura que “los periodistas cada vez contamos con menos tiempo para trabajar las fuentes documentales que ayuden a sustentar nuestras informaciones y acabamos acudiendo a los expertos a los que hemos acudido siempre. Es más, cuando acudimos a un gabinete de comunicación en busca de nombres, suele ocurrir que los propios compañeros se limitan a citarte siempre a los mismos que, generalmente, suelen ser hombres. La mujer tiene representación en todos los ámbitos sociales, políticos, culturales y científicos, y por ello debe formar parte de las listas de personas a quienes se pueda acudir o citar”.
Por tanto, esta herramienta permite potenciar la visibilización de la mujer, ya que como afirma Cristina “hay que romper rutinas y estereotipos establecidos, es una tarea ardua pero en ella estamos. Debemos intentar buscar a mujeres profesionales como fuente de información de forma activa, rompiendo la inercia que ya sabemos qué resultados arroja. También hemos de evitar los juicios paralelos y afinar en el tratamiento de la imagen de las mujeres, a través de las imágenes o los productos audiovisuales. En definitiva, mostrar el mundo como va siendo hoy y como la sociedad quiere que sea, con mujeres y hombres accediendo a todos los ámbitos en igualdad”.
Y esta tarea es el germen de la AMPS, que nació para combatir la desigualdad en los medios de comunicación. De una manera similar a cualquier otro sector económico, la periodista o comunicadora vive una situación discriminatoria respecto a los hombres. Aunque la crisis económica-financiera está afectando a toda la profesión, Cristina encuentra ciertos matices distintos entre hombres y mujeres: “Los EREs y ERTEs en medios de comunicación de Andalucía están afectando más a las periodistas que a los periodistas. Los datos que hemos podido obtener apuntan a que se ha despedido a más hombres y que se han quedado más mujeres, pero con contratos parciales. Parece bueno, pero no lo es, porque puede acabar produciéndose una segregación si, más adelante, la coyuntura económica mejora. Por otro lado, quizá tengamos que detenernos en por qué se quedan más mujeres que hombres. ¿Rendimiento? ¿Polivalencia? ¿Aceptación de menor salario?”.
Potenciar a mujeres comunicadoras para existir socialmente. Acudir a fuentes femeninas para lograr la visibilización de la mujer. Ampliar los campos de representación de la mujer para romper estereotipos. Son sólo algunos de los retos a los que debe enfrentarse cualquier medio que quiera informar desde la pluralidad y la objetividad. La otra gran asignatura pendiente del periodismo es la formación específica en género y violencia hacia las mujeres.

Sentidocomún.com

sábado, 16 de noviembre de 2013

Durmiendo con el enemigo

“La gente tiende a creerse el mito que las mujeres son las culpables
por la violencia que los hombres perpetran contra ellas.
Es por eso que hombres abusivos afirman que sus víctimas femeninas
lo merecían, lo querían o lo estaban pidiendo”.
(Anita Sarkeesian)
 
Llevábamos aproximadamente seis meses viviendo juntos la noche que él me golpeó. Durante un buen rato habíamos estado discutiendo a oscuras en la cama de nuestro dormitorio hasta que él, al parecer cansado de verme llorar, se dio media vuelta y se quedó en silencio. Desde el borde de la cama vi cómo me daba la espalda, ignorando así lo triste que yo me sentía. Ese gesto suyo de indiferencia me dolió muchísimo y la rabia escondida dentro de ese dolor me llevó a insultarlo -algo que entre nosotros no ocurría-. Eres un huevón (palabra que acá en Perú tiene significado de cobarde o pusilánime), le dije, y luego me acosté al otro lado de la cama, dándole la espalda.
Fue entonces cuando comenzó mi pesadilla: él volteó bruscamente y estiró sus brazos hacia mi espalda, empujándome con tal fuerza que, envuelta en la sábana, caí al piso con las rodillas y las manos en el suelo. Así, estando yo en cuatro patas, él se colocó sobre mí, con sus piernas a cada lado de mi espalda y, agachándose, me cogió del cabello y comenzó a empujar mi cabeza como si quisiera golpearla contra el piso. En medio del aturdimiento, con el corazón sobresaltado, mantuve mi cuello lo más rígido que pude y él, luego de empujar varias veces mi cabeza sin lograr golpearla contra el suelo, se detuvo y me dejó sola en la habitación.
Temblando y sollozando, en pleno shock, me quedé quieta ahí durante unos minutos, sin saber qué hacer. No podía entender cómo el chico más tierno y cariñoso que yo había conocido podía haberme golpeado. Y tampoco entendí, en ese entonces, cómo -luego de verlo llorar arrepentido y prometer que jamás volvería a lastimarme- pude perdonarlo por lo que hizo y seguir a su lado.
Durante mucho tiempo he ocultado este episodio de mi vida, él y yo decidimos guardarlo como un secreto, de esos terribles que nunca se cuentan a nadie: ni a mamá ni a las mejores amigas. Y quizás lo hubiera mantenido bajo siete llaves si no fuera porque hace unos meses atrás, en una de las últimas conversaciones que tuve con él -luego de nuestra separación- me culpó por su violencia. “Me puse así porque tú me provocaste. Ahora sé que con ella (su nueva pareja, persona con la cual me fue infiel) jamás lo volveré a hacer”, esas fueron sus palabras. Es decir que su ira era culpa mía, su falta de autocontrol era mi responsabilidad, sus golpes y sus gritos los provoqué yo, por eso me los merecía.
En ese momento fue cuando me di cuenta que -a diferencia de mí- él no había aprendido nada de lo ocurrido. Mientras sigue evadiendo la responsabilidad sobre sus acciones y continúa mirando hacia afuera para encontrar un culpable a quien acusar por lo que hizo, yo he asumido el error que representó permanecer en una relación con un hombre violento y cobarde como él y he mirado dentro de mí misma para encontrar a esa mujer que ahora sabe que jamás volverá a permitir que ni su pareja ni nadie cometa alguna agresión contra ella. Mientras él sigue siendo un ejemplo del machismo y seguirá utilizando su fuerza bruta para ejercer su dominio sobre las mujeres, yo soy una activista feminista que hoy se atreve a confesar que fue agredida física y verbalmente, pero que sabe que no es una víctima sino una sobreviviente de la violencia de género: una mujer que ya no tiene miedo, que ya no calla, una mujer que cuida de sí misma y que se ama.

martes, 12 de noviembre de 2013

Es cosa de hombres. Que ellos sean los que denuncien los crímenes, los que se indignen.

Nos creemos a salvo. Tendemos a pensar que nuestra formación, nuestra cultura, nuestra forma de vida nos mantienen a salvo de la violencia canalla que asesina a varias mujeres cada semana. Estamos convencidos de que no formaremos parte de ese racimo de víctimas que se asoman débilmente a los informativos. Tenemos la seguridad de que esa escalera, ese bloque de pisos, esos vecinos no serán nunca los nuestros.

Aunque repetimos que no hay un perfil de víctima de la violencia de género, en el fondo creemos que es un mal que acecha a los otros, a los que no supieron defenderse, ni educar, ni rebelarse contra la discriminación. Esta semana hemos tenido pruebas evidentes de lo contrario: una mujer fuerte, feminista, que aconsejaba denunciar a la primera agresión y que participaba en los actos de violencia contra las mujeres, ha sido asesinada por su exmarido. Las flores de la igualdad no pueden crecer en un campo minado de malas hierbas, cruzado de amenazas, costumbres y viejas complicidades que nos obligan a ser “buenas” más allá de nuestros propios intereses.

Creemos haber puesto a salvo a nuestras hijas de la violencia machista. Las hemos educado en el ejercicio de la igualdad y estamos seguros de que ellas, tan libres y decididas, nunca consentirán que limiten sus vidas. Pero no hemos cuidado con igual esmero el terreno en el que crecen. No hemos eliminado complicidades, trampas sentimentales, discursos míticos en torno al amor y a las relaciones. Hemos levantado un ideal igualitario para las mujeres jóvenes pero no se ha construido un ideal masculino de nuevos valores que atraiga a los varones, que los haga parte indispensable de estas formas de vida igualitarias.

Hablamos a los jóvenes de igualdad, pero lo que detectan a diario en su vida cotidiana es la tremenda incomodidad masculina frente a la libertad de las mujeres. El inconsciente colectivo no se ha desprendido aún de la materia pegajosa y sucia de los viejos tiempos. Se renuevan viejos mitos contra la nueva libertad de las mujeres: son egoístas, astutas, golfas, interesadas o manipuladoras. Lo dicen escritores que lamentan la pérdida de la feminidad, jueces que intencionadamente lanzan el infundio de que la mayor parte de las denuncias de malos tratos son falsas, programas de televisión que ritualizan una lucha de sexos con los viejos esquemas o informativos que presentan un execrable crimen machista como una historia de amor.

Las nuevas redes sociales sirven de refugio al más viejo machismo. Las descalificaciones, los insultos contra las mujeres proliferan como setas venenosas. La crisis económica y la irritabilidad so cial son, además, un buen campo de cultivo del nuevo antifeminismo, de una revuelta anónima y clandestina contra la igualdad de las mujeres. Los amargos frutos de esta situación no se han hecho esperar. En varias comunidades el número de mujeres menores de 25 años atendidas por maltrato supone ya más del 25% del total. Los datos nos indican que no hay tampoco un perfil determinado de víctima. Que no hay vacuna que inmunice a nuestras chicas frente a las miles de caras y de estrategias de culpabilización con las que el machismo se disfraza, empezando por un concepto de amor romántico que es pura posesión. Pero donde realmente tenemos que poner los esfuerzos es en cambiarlos a ellos, a los agresores.

Para eso, nada mejor que presentar referentes masculinos igualitarios, defensores de este nuevo territorio recién conquistado. Hombres que pongan voz y acciones, que sean los primeros en denunciar los crímenes machistas, indignarse por la muerte de cada mujer y avergonzarse de cada acción que atente contra la igualdad de las mujeres.

Es el momento de que los hombres que han hecho suyos los ideales de igualdad se hagan visibles en las redes, en la educación, en los medios de comunicación. Si queremos que crezca la flor de la igualdad, es indispensable que hagamos visible, deseable y feliz una nueva masculinidad. La nueva etapa de la lucha contra la violencia de género, es ahora cosa de hombres.


@conchacaballero
 - ELPAIS.COM

lunes, 11 de noviembre de 2013

Las jóvenes parejas reproducen ántes los roles machistas

La edad media de inicio de relaciones de pareja se sitúa en 13,1 años para los chicos y 13,5 para las chicas, lo que supone un retroceso de cuatro décimas en ellos y una entre ellas respecto del año 2010. Así lo recoge un estudio de la Secretaría de Estado de Servicios Sociales e Igualdad que alerta sobre la reproducción de roles machistas a edades cada vez más tempranas.
   El trabajo, titulado 'La evolución de la adolescencia en su percepción de la violencia de género', da continuidad al informe de 2010 sobre el machismo violento entre los más jóvenes y ha sido realizado con encuestas a 8.000 alumnos de entre 13 y 19 años de edad, en 230 colegios e institutos de todo el país.
   Según las fuentes consultadas por Europa Press, del estudio se deduce que la "tolerancia" hacia conductas machistas que pueden suponer un "control" sobre la chica está "empezando a crecer" entre esta población pre adolescente y señala como "lo más preocupante" que ellas manifiestan cierta aceptación de las mismas.
   Estos comportamientos se estarían dando fundamentalmente a través de herramientas que se están convirtiendo en "mecanismos de control" en las relaciones de pareja entre los más jóvenes. En este sentido, el estudio indica que el 95 por ciento de los adolescentes ya sólo utiliza las redes sociales para comunicarse.
   En el Ministerio de Sanidad afirman que hace tiempo que se está "notando que existen cada vez más adolescentes que justifican la violencia como respuesta a algo violento" y "el control sobre la chica" como elemento normal en las relaciones de pareja, aunque el estudio ha hecho "saltar las alarmas" por la temprana edad de quienes reproducen estos roles de dominación.
   Según las cifras del Observatorio de Violencia Doméstica y de Género recogidas por Europa Press, un total de 1.007 chicos menores de 18 años han sido enjuiciados por delitos o faltas de violencia de género en España desde el año 2007. En el primer semestre de este año fueron 85, el 10,5 por ciento de los cuales no había cumplido los 16 años.
   La cifra sigue la tendencia del año anterior, cuando fueron 144 los enjuciados por machismo violento que no habían cumplido los 18 años, 81 sólo en el primer semestre. En 2011, los menores juzgados ascendieron a 172, un repunte frente a los 147 que se habían registrado en 2010, y un aumento del 23,7 por ciento respecto de 2007, cuando el Observatorio comenzó a ofrecer estas estadísticas.
   Las fuentes consultadas en el Ministerio de Sanidad inciden en que ante esta realidad, el objetivo es trabajar en prevención con población cada vez más joven, y destacan la existencia de programas en marcha, como los denominados IRENE, RELACIONA y PLURALES que permitirán llevar educación en igualdad a unos 11.000 alumnos y alumnas de toda España sólo durante este curso.
Europa Press

domingo, 10 de noviembre de 2013

El machismo ha intentado matar a mi madre y no ha podido porque sigue viva en su hija...

El hijo de la mujer fallecida pide más prevención y no endurecer las penas.

"No defiendo barbaridades sobre endurecimientos y mi madre tampoco lo habría hecho", dice José Manuel Luque Gálvez, el hijo mayor de la mujer fallecida el pasado martes por la noche en la barriada de Ciudad Jardín presuntamente a manos de su ex pareja, solicitó ayer "prevenir y educar" para poner freno a los casos de violencia de género. "Hago un llamamiento a fin de que no se aproveche el dolor por las víctimas para exigir el cumplimiento íntegro de las penas", afirmó a este periódico. Y es que, a su juicio, el problema no estriba "en las condenas", sino en trabajar en la "formación y rehabilitación". "Lo digo a pesar de lo que le ha ocurrido a mi madre. España es el país de la Unión Europea con el sistema penitenciario más duro. No tiene sentido seguir insistiendo en esa dirección", aseveró.

Jose Manuel recalcó que lo realmente importante es conocer que a este tipo de situaciones se llega "por la cultura machista" que, en su opinión, existe. "Los hombres creen que las mujeres son suyas y que pueden hacer con ellas lo que quieran. Eso no se arregla incrementando las penas. No defiendo barbaridades sobre endurecimientos y mi madre tampoco lo habría hecho", apostilló.

Los derechos humanos eran, precisamente, el caballo de batalla de Rosario Gálvez, conocida por sus más allegados como Charo. "Desde jovencita, fue una persona luchadora por la libertad y la igualdad de las personas. Siempre resultó abierta", subrayó José Manuel, quien también indicó que su progenitora era "muy querida y conocida".

La mujer nació en Alcaucín hace 66 años y se casó con 17 con su anterior pareja. Cuando el mayor de sus tres hijos tenía 3 años decidieron salir del pueblo para ganarse la vida. "Era época de inmigración. Ella venía del campo pero siempre trabajaba, además de cuidar de mí y de mis hermanos Charo y Salomón", explicó José Manuel. En el año 1979, la familia se afincó en Málaga, donde Charo vivía hasta que a comienzos de esta semana le arrebataron la vida.

Ni él ni su familia imaginaban que Rosario Gálvez tendría un final tan dramático. "Estábamos tranquilos. De este hombre se divorció en diciembre del año pasado. Ninguna separación es fácil, pero nunca hubo denuncias ni violencia física. Ella no lo habría permitido. No había precedentes que hicieran evidente el tema", señaló el hijo mayor, que recuerda que su madre "siempre salió a la calle" para denunciar la violencia de género y que lo hacía de la forma "más humana". Asimismo, se mostró convencido de que la mujer "no ha muerto por machismo" ya que, matizó, su hermana, defensora del feminismo, "sigue viva", sino por ser "buena persona". "Tenía defectos, pero esto ha ocurrido fruto de sus virtudes.


CELINA CLAVIJO-MÁLAGAHOY.ES

viernes, 8 de noviembre de 2013

"No se está haciendo nada por frenar la violencia de género entre la gente joven"

La presidenta de la Federación de Mujeres Jóvenes, María Jesús Girona.
Asociaciones y expertas alertan: la violencia de género se extiende entre los jóvenes. Cada vez son más los casos de mujeres jóvenes que llegan a los centros de la mujer y a los programas que tienen en marcha las asociaciones. Hace solo unos días un joven de 18 años asesinó a su novia de 14 porque ella no quería continuar con la relación. La presidenta de la Federación de Mujeres Jóvenes, María Jesús Girona, asegura que las conductas machistas están muy presentes en los adolescentes, a quienes les cuesta identificar estos comportamientos como violencia. Su organización ha puesto en marcha la campaña 'Grabátelo' para prevenir la violencia de género en la juventud.
Mucha gente está advirtiendo que la violencia de género sigue presente entre los adolescentes. Sin embargo, existe la creencia de que estos comportamientos desaparecerán con el tiempo y con la llegada de nuevas generaciones, ¿es así?
No, en absoluto. Lo que sucede es que cuesta ver reflejada esta realidad entre los adolescentes. Sí hay violencia de género entre la gente joven, aunque quizá no como antes o como en las relaciones adultas. Entre los adolescentes tiene mucho que ver con las redes sociales y las nuevas formas de comunicación, como el whatshapp. La violencia de género no es tanto física como psicológica: mediante seguimientos, posesión, manipulación... Las conductas no han desparecido, se han transformado.
¿Cómo se está expresando la violencia de género entre la juventud?
Sucede mucho en las redes sociales, como ya he apuntado, donde puede llegar a cobrar unas dimensiones de las que a veces no somos conscientes. Hay conductas agresivas y de posesión, en primer lugar de carácter psicológico: acoso, control sobre dónde está la persona, si lleva o no minifalda, si va o no pintada, por qué sale así de casa, si habla con alguien... Al fin y al cabo son los celos, que es algo que en los jóvenes se ha trabajado poco y que va in crescendo. Ya hay hasta un dispositivo en los móviles que te permite saber dónde está tu pareja en cada momento. Es un control excesivo sobre la otra persona. Y cuando una chica o un chico se sale del círculo que su pareja ha trazado, se producen estos ataques de celos u obsesión que llevan a actos compulsivos, de ira o histeria. Y pueden acabar en maltrato psicológico o llegar incluso a las agresiones físicas.
Vosotros señaláis que muchas de estas conductas no son percibidas por los jóvenes como algo malo...
En las campañas de prevención se suele decir que, si te sientes mal, es que algo va mal. Hay algunos comportamientos tan asumidos que ni siquiera se cuestionan. De ahí la importancia de hablar de los micromachismos. Se toman como algo natural actitudes que luego hacen difícil que creas que realmente estás sometida a la violencia. Parece que la violencia es física o no lo es. Y nada más lejos de la realidad: antes de la violencia física hay otra psicológica, que es también muy grave, y que es lo que más cuesta arrancar entre los jóvenes. Cuando vemos con ellos vídeos que recrean este tipo de relaciones, les resulta difícil ver que hay conductas que no son normales. Las adolescentes hacen suyo el modelo de amor romántico que se vende en la sociedad, donde el hombre es dominante y la mujer, sumisa, y donde el príncipe azul es lo único que parece existir. Por otro lado, está también el miedo a salir, a denunciar. Y hay también una falta de credibilidad hacia las mujeres.
¿Se está haciendo algo para prevenir la violencia de género entre los jóvenes?
El propio Observatorio de la Violencia de Género del Poder Judicial constata que cada vez hay más agresiones entre jóvenes, pero hay una falta importante de recursos. Igual que en todos los institutos hay medidas de prevención de problemas bucales, también debería haberlas para prevenir la violencia de género, pero no existen. Cuando ocurre un caso como el asesinato de esta chica de 14 años, la sociedad se mueve, pero al final se queda en nada y ese impulso desaparece. No se está haciendo nada por frenar la violencia de género entre adolescentes. No hay programas, ni proyectos, ni herramientas específicas para, por ejemplo, intervenir en los institutos y, si los hay, son mínimos. Hacen falta recursos de intervención con gente que esté trabajando en ello constantemente.
¿En qué consiste vuestra campaña 'Grabátelo'?
Trabajamos la prevención de la violencia de género, del sexismo y de los micromachismos. Por un lado, con jornadas para profesionales para aprender a detectar la violencia de género; por otro, con talleres con chicos y chicas. Los talleres tienen poca teoría y mucha práctica, con dinámicas donde reflejar lo que está pasando y que ellos se den cuenta de lo que es la violencia de género, de lo que son actos machistas y violencia psicológica. Cuando ven reflejadas algunas conductas te dicen "¡Ostras!, esto me ha pasado a mí" o "Le ha pasado a mi amiga", y hasta ese momento no habían sido conscientes. El objetivo es precisamente ese, hacerles conscientes de lo que están viviendo o de lo que está pasando en su entorno. Es un programa que estamos llevando a todas las federaciones territoriales. Nuestra idea es ampliarlo para intentar acceder a los institutos, pero es muy difícil entrar en las instituciones públicas.

"No se puede obligar a los niños a irse con los maltratadores"

"Quiero ser mujer, quiero ser madre y quiero ser libre". Esos son los tres deseos de Gloria Vázquez, coruñesa de 40 años, madre de tres niños que no están con ella y una de las miles de víctimas de la violencia machista. Pero la presidenta de la asociaciónVe-laluz ("ver la luz", en gallego) no quiere hablar de sí misma. En huelga de hambre desde el lunes junto a otras nueve compañeras, la activista quiere protestar por todas las mujeres y niños que viven con los violentos o siguen acosados por ellos. "De aquí no salimos si no es en ambulancia o con garantías de que se va a proteger, sobre todo, a los menores", sentencia desde el local donde se lleva a cabo la protesta, situado al lado de la Audiencia Provincial de A Coruña.


¿Cuáles son, exactamente, sus reclamaciones?
Pedimos una protección real para las mujeres que han sufrido maltrato y, sobre todo, para sus hijos. Porque no tiene ningún sentido que haya víctimas con órdenes de alejamiento que tengan que entregar a sus hijos menores a sus maltratadores con sentencia firme. Se les obliga a darle al maltratador su mayor arma contra ellas: sus hijos. Porque te aseguro que los maltratadores no empatizan con ellos, pero el sistema es incapaz de diferenciar el término progenitor del de padre. La mediación está prohibida en casos de violencia machista, pero en la práctica se lleva a cabo en los Puntos de Encuentro Familiar que nacieron pensados para casos de rupturas por unos cuernos, no para obligar a los niños a irse con sus progenitores, que, muchas veces, son asesinos. ¿Y luego hablamos de Educación? Si esto no se acata, dado que el patrón se reproduce, el día de mañana seguiremos teniendo violentos. 
"No se puede obligar a los niños a irse con sus progenitores que, muchas veces, son asesinos"
El Gobierno ha anunciado que Igualdad, el departamento de Ana Mato, reconocerá a los hijos de las mujeres maltratadas como víctimas de violencia de género. ¿Es un avance?
Eso es una auténtica parodia, la parodia nacional. Nadie tiene intención de acabar con la violencia. No hay intención ni de recuperar a las víctimas ni de proteger a los menores. Hay que dar oportunidades al niño y a la mujer de tener una vida nueva pero, en lugar de eso, se somete a los menores a los maltratadores y se penaliza a las madres que intentan evitarlo con multas y, a algunas, hasta con penas de cárcel. Otras han perdido a sus hijos. Hasta el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) reconoce que se han cometido muchos errores.
¿Qué proponen ustedes al respecto?
Para empezar, que los grandes partidos se pongan de acuerdo para hacer funcionar, de forma efectiva, el sistema de protección que ya existe. Nuestra asociación, Ve-laluz, presentó en el Parlamento un programa de cómo debería ser el sistema para empoderar a la víctima y no para que unos cuantos hagan negocio. ¿Sabes cuánto se gasta la Xunta de Galicia en los puntos de encuentro? Casi 400.000 euros por someter a los niños al maltrato. ¿Y en las casas de acogida? La misma cantidad al año sólo en A Coruña para 11 plazas que se ocupan al 70% y en las que la mujer comparte habitación con sus hijos y tiene que cumplir con los horarios de un sargento como si fuera una delicuente. Nosotras hicimos un extenso estudio y concluimos que, en un año, con un complejo residencial de bungalows en los que pudieran rehacer sus vidas de verdad, entrar y salir cuando quieran, la víctima estaría recuperada al 100%, se abaratarían los costes -y hasta sobraría para destinar fondos a otras causas- y las asociaciones, en vez de cobrar por hablar, cobrarían por trabajar.
Su asociación no es una formación feminista al uso...
"Somos víctimas que seguimos ligadas al violento Somos legionarias, las novias de la muerte"
No. Para empezar, somos de las pocas asociaciones que no recibe subvenciones de ningún tipo. Nos buscamos la vida para sobrevivir con actividades como, por ejemplo, la venta del calendario que sacaremos este mes. Nosotras somos supervivientes de la violencia de género que a día de hoy continuamos atadas, de una forma u otra, al violento. Somos unas auténticas legionarias. Somos las novias de la muerte. Llevamos desde 2009 pidiendo una protección real para las víctimas, porque no sólo nos enfrentamos al maltrato, sino también al maltrato institucional que se ha creado con el gran negocio que se han inventado alrededor de la violencia de género.
¿A qué se refiere con "el gran negocio montado alrededor de la violencia de género"?
Los Puntos de Encuentro Familiar son las oficinas de Correos más caras de España donde se entrega a los niños a los maltratadores como si fueran paquetes. Muchas casas de acogida están gestionadas por la Iglesia, que cobra a las víctimas el 50% de los 420 euros que reciben y luego ofrecen una asistencia que relega a las víctimas a la mendicidad, disminuyendo su autoestima. El problema de la protección de las víctimas no es que no exista, es que no se ha llevado a cabo de manera efectiva.
Al revés, el sistema de protección actual incita a la víctima a la sumisión total. Es un sistema de protección en el que es la víctima la que tiene que esconderse, la que está condenada al destierro, a dejar su trabajo, su casa, su vida. Es el maltratador el que tiene que ir a una casa de recuperación o a la cárcel, no la víctima -que no ha cometido ningún delito- a una casa de acogida.
Por otro lado, hay asistentes psicosociales que destrozan la carrera de Psicología y la dejan a la altura del betún cuando exigen a un menor que ha visto cómo maltratan a su madre que cuente en media hora todo lo que ha vivido. Falta mucha formación especializada entre quienes se encargan de atender a las víctimas.
"Hay que denunciar. Cada mujer que entra en un juzgado es una heroína"
¿Se refiere también a jueces y policías?
La policía es el gran problema. Los cuerpos especializados trabajan sólo en horario de tienda: de lunes a viernes. Ello trae como consecuencia que haya casos -incluso reconocidos por el Ministerio de Interior- en los que los agentes convencen a la víctima para que no denuncie. Otros en los que no se les ofrece abogado a la denunciante, que tiene que firmar una redacción sesgada de su declaración tras seis horas contando su historia. Y luego el maltratador asegura que es una denuncia falsa y el juez que hay falta de pruebas. Al final, todos quedan de maravilla menos la víctima.
Además, los jueces se basan en la jurisprudencia existente. ¿Pero qué jurisprudencia? ¿La anterior a la Ley Integral contra la Violencia de Género que es machista hasta decir basta? Se están basando en sentencias relacionadas con agresiones de otro tipo que nada tienen que ver con la violencia de género. 
Es muy alta la cantidad de mujeres que han ido al juzgado y su caso se ha quedado en falta. En España hay un 64% de casos sobreseídos; en Galicia, un 57%. Parece que o vas a apuñalada o no pasa nada. Desde el principio de la Ley Integral (2007) ha habido buenas intenciones pero hay carencia de medios y falta mucha formación, en la policía, en los abogados y en los jueces. Está desapareciendo la prevención.
Y, a pesar de todo, sigue animando a las víctimas a denunciar...
Por supuesto. Cada mujer que entra en un juzgado es una heroína, pero no sólo por haber decidido salir del maltrato, sino por aguantar el maltrato institucional al que se enfrentan después. Por eso yo siempre animo a denunciar, pero a denunciarlo todo.
016. Teléfono de atención a víctimas de violencia de género. Es gratuito y no deja rastro en la factura telefónica.
publico.es

Denuncias por violencia de género (2008-2012)

El número de denuncias presentadas por violencia de género ha disminuido en los últimos 5 años. No se debe, sin embargo, a un descenso de las situaciones de violencia machista, sino a que la crisis económica está limitando las posibilidades de reacción de muchas mujeres víctimas de esta lacra.
Desde el año 2008 y hasta finales de 2012 se ha producido un descenso progresivo, año a año, del número de denuncias por violencia de género. En total este descenso es del 9.5%. En estos mismos años la violencia contra las mujeres no ha disminuido en la sociedad, más bien al contrario. Según los datos de la macroencuesta de 2011, se ha producido un aumento de los casos de violencia: desde los 400.000 anuales que recogía el estudio de 2006 hasta los casi 600.000 de 2011. Un aumento que se explica por varios factores, pero principalmente por la mayor concienciación social y por el cambio en muchas mujeres, que ya no ven esta violencia como normal ni están dispuestas a callar y resignarse ante las agresiones de sus parejas.

Y la denuncia exige ayudas para poder rehacer, casi reconstruir, una vida que el agresor ha derribado golpe a golpe. No es casualidad que sea con el comienzo de los problemas económicos en 2008 cuando se produce el inicio del descenso del número de denuncias, del mismo modo que no es ninguna casualidad que sea en 2012, tras la política de recortes y la desaparición de muchas ayudas y programas dirigidos a ayudar a las mujeres que sufren la violencia y a aumentar la concienciación de la sociedad, cuando se haya producido el descenso más importante de los últimos años.
Si la violencia continúa y las denuncias descienden significa que las mujeres que la sufren siguen atrapadas en la violencia, y esta situación es el factor de riesgo más importante para que se produzcan agresiones graves y homicidios.
Miguel Lorente -eldiario.es