viernes, 27 de septiembre de 2013

"Nosotras parimos, nosotras decidimos"

El Movimiento Feminista de Madrid -compuesto por numerosos colectivos, grupos del 15-M y plataformas- ha organizado una manifestación, esta tarde, que recorrerá buena parte del centro de la ciudad. Quienes acudan a teñir las calles de violeta -color que representa al movimiento- reclamarán una reorganización del sistema en la que "las mujeres deciden, el Estado garantiza, la sociedad respeta y la Iglesia no interviene".

MANIFIESTO:

ABORTO LIBRE, NOSOTRAS DECIDIMOS

Con motivo del 28 de Septiembre, Día Internacional por la despenalización del aborto, nos sumamos a
la lucha con nuestras compañeras feministas del resto de territorios del Estado, América Latina y el
Caribe, llamando a la movilización ciudadana para reclamar respeto a los derechos sexuales y
reproductivos así como afirmar nuestra defensa del aborto libre y el derecho a decidir.
Reclamar aborto libre significa que no se puede cuestionar la decisión de interrumpir un embarazo no
deseado. El derecho a decidir supone el reconocimiento de las mujeres como sujetos capaces de
decidir sobre sus vidas y el ejercicio de la maternidad (decidir ser madres o no serlo). Las mujeres
somos personas autónomas, responsables, libres e iguales y, como tales, exigimos el derecho a decidir
sobre nuestros cuerpos y vidas. Exigimos que la sociedad respete y el estado garantice su decisión sin
discriminación ni limitación por situación administrativa (con o sin papeles), capacidad económica,
diversidad funcional, cultural, edad, opción u orientación sexual.

Denunciamos que el contexto de crisis está siendo aprovechado por ideologías conservadoras y
ultracatólicas, con el Ministro de Justicia Gallardón a la cabeza, para imponernos un programa muy
claro de recortes tanto a nivel económico como de derechos. La restricción del derecho al aborto de
Gallardón es una política más de ataque a nuestros derechos sexuales y reproductivos. Por un lado
pretenden prohibir abortar a aquellas mujeres que no quieren ser madres y, en paralelo, Ana Mato,
ministra de Sanidad, excluye a mujeres solas y parejas de lesbianas del acceso a la reproducción
asistida en el sistema público sanitario. Esto se suma a la inaceptable exclusión de migrantes en
situación irregular, paradas de larga duración, desahuciadas y otras precarias del sistema público
sanitario, que las impide ser atendidas en ginecología.

Denunciamos las pocas garantías dadas a las mujeres en su decisión de abortar y también en la de ser
madres, con recortes en ayudas a la maternidad, en educación, en becas de comedores escolares, con
el aumento de la malnutrición infantil. Sumados a los recortes en dependencia, sanidad y un largo etc.
que nos hace preguntarnos de qué vida hablan cuando hablan de la vida.

Por ello exigimos:

• Que la interrupción voluntaria del embarazo deje de estar tipificada como delito en el Código Penal y
pase a ser regulada como el derecho de todas, pero todas todas todas, a interrumpir un embarazo no
deseado y a decidir sobre su maternidad, sus vidas y sus cuerpos.
• Que el aborto y el acceso a la reproducción asistida sean garantizados como prestación de la red
sanitaria pública, de forma accesible, gratuita y con todas las garantías de seguridad y calidad
independientemente del origen, edad, orientación sexual o situación administrativa de quien lo reclame.
Animamos a facultativos y facultativas a que ejerzan la objeción de conciencia ante cualquier normativa
que restrinja la atención sanitaria por razones administrativas.
• Exigimos que se garantice el acceso universal y por igual a la sanidad pública y, con ello, el cese a la
discriminación institucional motivada por racismo, xenofobia, lesbo/homofobia y misoginia.
• Fomentar y garantizar el acceso a una educación afectivo-sexual libre de estereotipos sexistas, sana y
placentera. Frente a medidas educativas como la ley Wert, que impulsa la religión dentro de la escuela
mientras la educación sexual con personal cualificado está excluida de las aulas.
• Regular la objeción de conciencia, de forma que no sea un obstáculo para garantizar la prestación
sanitaria de la interrupción voluntaria de embarazo dentro de la sanidad pública.

Las mujeres no necesitamos tutelajes ni paternalismos de nadie. Por eso salimos a la calle para
reclamar que: LAS MUJERES DECIDEN, EL ESTADO GARANTIZA, LA SOCIEDAD RESPETA
Y LA IGLESIA NO INTERVIENE

Movimiento Feminista de Madrid

Manifestación 27Septiembre. 19h
Recorrido: Plaza San Bernardo/esquina C/ San Bernardo – Noviciado - Gran Vía - C/ Alcalá - Sol

jueves, 26 de septiembre de 2013

A vueltas con la custodia compartida

La Sala Primera del Tribunal Supremo acaba de sentar doctrina sobre la interpretación que debe dar fe a los apartados 5, 6 y 7 del artículo 92 del Código Civil, que es el que trata en el texto vigente la normativa para la adopción de la custodia compartida de los hijos por ambos progenitores.
A pesar de los desaforados esfuerzos que de inmediato han realizado ciertas asociaciones de peculiares varones en compañía de los acólitos que se distinguen – tanto unos como otros – por la violenta agresividad con que intentan imponer a toda costa la custodia compartida y los que a su vez – como en el caso de la Sentencia mencionada – hacen una acomodaticia traducción del contenido de la misma como si los magistrados que han sentado doctrina les hubieran otorgado la razón respecto a su pretensión de que la custodia compartida una vez sobrevenido el divorcio fuese impuesta “manu militari” con independencia del interés y la seguridad de los hijos. Se trata de una postura dogmatica, intransigente, ajena por completo al bienestar de los menores, y desde luego incompatible con cualquier atisbo de justicia.

Como es obvio, nada de lo expuesto tiene que ver – por más que se empeñen algunos o algunas acompañantes – con la Sentencia de Casación del Tribunal Supremo con la que la Sala ha sentado su jurisprudencia proclamando que la esencia de la justicia reside exclusivamente en el interés de las criaturas a las que directamente va a afectar la medida que se pretende tomar, para a renglón seguido establecer los criterios y requisitos que debe concurrir en todo caso para conceder el ejercicio de la custodia compartida, como son: el comportamiento precedente de los progenitores respecto de sus relaciones con el menor y las actitudes personales del padre y de la madre; el número de hijos; el cumplimiento por parte de cada progenitor, de sus deberes para con sus hijos; el respeto mutuo en las relaciones personales de ambos progenitores.
Como se desprende de lo antedicho la pretensión judicial no tiene otra finalidad que la de favorecer el interés más necesitado de protección, los hijos, en plena coincidencia plena con lo que a su vez pretenden la mayoría de las madres.

La oposición por nuestra parte a esta fórmula de custodia compartida estriba en el dato contrastado en múltiples estudios nacionales e internacionales (v.gr., Asociación de Mujeres Juristas Themis 2006/2008, Congreso de la Asociación Mujeres Abogadas de España etc.), en todas las cuales queda patente que, de un conjunto de 34.128 excedencias para el cuidado de los hijos en el año 2011, “solo un 5 % de los padres la solicitaron frente al 96% de las solicitadas por mujeres”. En cuanto a la custodia judicial “solo el 4%  fueron cursadas por varones frente al 96% de las que solicitaron las mujeres”.

Consta asimismo por las organizaciones de mujeres que de los 27 países europeos de la Unión, solo 6 – incluida España – tienen legislación sobre custodia compartida pero ninguno de ellos ha sancionado que dicho modelo sea impuesto por decisión judicial cuando exista oposición por alguno de los miembros de la pareja, o por ambos. Tampoco puede desecharse que en las organizaciones españolas que han promovido la custodia compartida estén involucradas muchas personas que trataron de impedir en su día a toda costa la implantación del divorcio; o las que promovieron una lucha denodada para impedir la Ley de medidas contra la violencia de género, son las mismas que se lanzaron a propagar en internet sus diatribas más violentas contra el que fuera Ministerio de Igualdad o el Observatorio Estatal de Violencia de Género, y los que día a día difaman, injurian, calumnian y amenazan, amparados en la impunidad del anonimato a las asociaciones de mujeres.

Anoto a continuación el índice de un trabajo exhaustivo, del que no se puede prescindir cuando se pretende adoptar una medida tan compleja trascendente para las próximas generaciones sobre todo cuando se cuentan con experiencias que convierten al custodia compartida en un deseo idílico pero inadecuado.

El trabajo se presento en el Congreso Estatal de Mujeres Abogadas bajo la denominación de “Custodia Compartida o interés del menor” Mª José Varela Pórtela, año 2011, un estudio sobre todas las leyes de España en esta materia, sobre la jurisprudencia y el derecho comparado en Europa y América así como el interés del menor, la convención internacional sobre los derechos del niño; la Carta Europea sobre los derechos del niño y un decálogo de criterios a tener en cuenta como la edad, las aptitudes personales de los progenitores, los deseos manifestados por los menores sin olvidar el cumplimiento por parte de los progenitores de sus deberes en relación con los hijos, el respeto mutuo en las relaciones personales de la pareja, la proximidad de las viviendas,etc.

La Asociación Custodia en Positivo, informa que el ardor de un grupo de varones formado en 1980 fue el que presiono y sorteo los obstáculos legislativos para la instauración en California de la custodia compartida. En el año 1990 muchos de sus defensores cambiaron de parecer. El Tribunal Supremo de California argumento que la estabilidad y la integridad del progenitor principal custodio era el tema más importante para el interés superior del menor por encima de la CC. Los menores según criterio del Tribunal atrapados en medio con toda probabilidad sufrían enormemente con la CC.

Marisa Soleto de la Fundación Mujeres afirma que “… La custodia compartida por imposición judicial, en ningún caso es una medida que vaya a contribuir a la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. La igualdad nunca se conseguirá a través del método de tabla rasa para todo el mundo. Solo a partir de un riguroso análisis de las necesidades y expectativas de mujeres y hombres pueden promoverse mediadas a favor de la igualdad. No hay nada más injusto que tratar de igual manera dos situaciones que tienen profundas diferencias de partida, como es el caso de las relaciones de mujeres y hombres, tanto en la atención y cuidado de los menores como en la posición social y económica de ambos tras la ruptura matrimonial…”.

Sobre esta cuestión tan rebuscada solo me resta repetir que la solución salomónica de la custodia compartida, falazmente presentada como igualitarista que se brinda en duplicidad y cronometro en mano, como si se tratase de una ventaja, es cuando menos un riesgo seguro de fracaso educativo. Y no hace falta que las discrepancias sean intencionadas – que sin duda en la mayoría de los casos lo son – basta con pensar en la improbabilidad de que lleguen a coincidir en sus incomunicados pareceres dos adultos hechos y derechos que no pudieron armonizar un criterio común de subsistencia cuando compartían comunicación y vida familiar.

Ana Mª Pérez del Campo Noriega es presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas y vocal del Observatorio Estatal contra la Violencia de Género

martes, 24 de septiembre de 2013

“Me lo dijo la policía: si te quiere matar, te va a matar”

A Marta Anguita le cuesta elegir entre los platos de la carta. “Estoy intentando adelgazar, porque últimamente me ha dado ansiedad y he comido demasiado”, confiesa. “¡Aunque siempre acabo diciendo que un día es un día!”, exclama entre risas. Solo una vez perdió el apetito esta mujer: hace 13 años, tras sobrevivir a un atropello intencionado y 16 puñaladas de su exmarido. “Lo peor no es recuperarse de las puñaladas. Lo peor llega después, cuando sales del hospital y te dejan sola en casa, en una silla de ruedas y con dos hijas de 12 y 15 años. Ahí te das cuenta de que la pesadilla no ha hecho más que empezar”, recuerda.
“Estuve cuatro años totalmente ida, abusando del alcohol, intentando asumir lo que me había pasado”, explica. “Hasta que un día, empujada sobre todo por mis hijas, decidí que tenía que empezar a recomponerme”. Y lo hizo. Hasta el punto de aceptar convertirse en protagonista de un documental sobre violencia de género, La maleta de Marta, dirigido por el austriaco Günter Schwaiger. A cara descubierta, sin miedo, a pesar de que vive oculta desde 2007, cuando su exmarido empezó a disfrutar de permisos penitenciarios y fue a buscarla nada más salir de la cárcel. “El miedo lo tengo salga o no salga en la película. Me lo dijo la policía: si te quiere matar, te va a matar”.
La frase queda flotando mientras intentamos decidir qué comer. Nos hemos citado en la Cantina de la Cineteca del Matadero de Madrid, donde la cinta se estrena el próximo jueves, y la variedad de platos de cocina creativa nos abruma. La periodista pide finalmente uno de atún y Anguita, por no seguir pensando, escoge lo mismo.
“Lo que más rabia me da es que a él le han dado la libertad y a mí me la han quitado. No tengo protección y no puedo ampararme en la ley de violencia de género porque mi agresión ocurrió antes de que se aprobara y no es retroactiva”, lamenta.
Marta Anguita nunca denunció a su marido antes de la agresión porque nunca le había pegado. “Lo mío era maltrato psicológico, y eso en el año 2000 ni se sabía lo que era. Pero yo tenía claro, aunque pocos me creían, que podía dar el salto en cualquier momento”.
Su familia, terrateniente en Jaén, fue la primera que no la apoyó. “Eso es el dolor más grande que yo he tenido. Que no me apoyara mi propia familia, porque me veía como una mancha. ‘Qué escandalazo has armado’, me dijo mi madre cuando fue a verme al hospital”.
Tampoco ha encontrado empatía en las instituciones cuando ha ido a pedir asistencia. “He visto mucha hipocresía. Te dicen que sí, que te van a ayudar, pero luego nunca llega la ayuda”, asegura. “Me río muchísimo cuando oigo a los políticos hablar sobre todas las cosas que hacen contra la violencia de género. La verdad es que solo hacen algo cuando van a salir en la prensa. Un ejemplo: hace años que llamé a la directora general de Violencia de Género de Andalucía y no me hizo ni caso. Ahora, cuando se ha enterado de que salgo en un documental, me ha llamado para saber qué necesito”.
Llegan los postres. La camarera ofrece varias opciones, pero en este caso no hay duda: dos mousses de chocolate. Un día es un día.
Elpais.com-Raquel Vidales

lunes, 23 de septiembre de 2013

Mujeres en busca de la paz

"En mi condición de mujer, mi patria es el mundo entero". A Virginia Woolf le bastaron estas once palabras para condensar en una sola frase de su libro "Tres Guineas" (escrito en 1938, en plena Guerra Civil española y en la antesala de la Segunda Guerra Mundial), la historia de tantas mujeres que, con independencia de la latitud, la edad, la época o las fronteras, se han unido en torno a la causa de la paz y el fin de la violencia. Colombia, Sri Lanka, Kosovo, Irlanda del Norte, Liberia, Somalia, Afganistán, Palestina… la lista de experiencias es tan extensa que prácticamente se puede afirmar que allá donde existen conflictos armados es posible encontrar colectivos de mujeres organizadas en busca de la paz. 
Si bien es cierto, y así se ha documentado y denunciado reiteradamente por parte de ONGs y organismos internacionales, que las mujeres se encuentran entre las principales víctimas de las guerras y que, como tales, sufren violencias específicas basadas en el género; y sin olvidar tampoco que muchas mujeres participan de la violencia como actores armados; es necesario visibilizar su capacidad de organizarse colectivamente y de forma noviolenta como sujetos activos en la construcción de la paz. Como afirma la directora de la Fundación Seminario de Investigación para la Paz del Centro Pignatelli de Zaragoza y presidenta de WILPF-EspañaCarmen Magallón, en su obra de cabecera Mujeres en pie de paz: "La variedad de comportamientos individuales y colectivos que tuvieron las mujeres y siguen teniendo en los conflictos bélicos y de todo tipo, no entra en contradicción ni impide reconocer el protagonismo que desplegaron en la causa de la paz. […] Puede decirse que a lo largo del siglo XX la causa de la paz es uno de los movimientos políticos que más mujeres ha logrado movilizar de manera autónoma, es decir, con iniciativas y liderazgo femenino".
Ya lo decía Woolf: "La mejor manera en que podemos [las mujeres] ayudar a evitar la guerra, no consiste en repetir sus palabras y en seguir sus métodos, sino en hallar nuevas palabras y crear nuevos métodos". Así pensó la dramaturga georgiana Keti Dolidze cuando, en el verano de 1993, en pleno conflicto armado entre Georgia y Abjasia, tuvo la idea de fletar un tren de mujeres al que llamaría el "tren de la paz" y dirigirse a la ciudad de Sujumi para poner fin a los combates. Previamente, Keti había creado el White Scarf Movement, una organización con la que pretendía recuperar una antigua tradición según la cual los hombres se ven obligados a abandonar el enfrentamiento si una mujer se interpone ante ellos y se quita el pañuelo blanco que cubre su pelo tirándolo al suelo. Mujeres de ambos bandos y de diverso origen étnico se unieron y, según recoge Barbara Jancar-Webster en el libro Gender politics in the Western Balkans, los enfrentamientos cesaron durante dos días. Unos años después, en 2002, otro tren cargado de mujeres recorrería ocho países africanos con el mensaje: "Las mujeres de África queremos la paz y la estabilidad para nuestros hijos y las futuras generaciones".
Como bien advierte Magallón, "ser madre no equivale a ser pacífica", sin embargo, buena parte del movimiento de mujeres por la paz, especialmente en los países de América Latina, se ha organizado en torno a la figura de la madre, cuyo valor simbólico como dadora de vida se opone tangencialmente a la guerra, como escenario que la arrebata. Destacan experiencias como la de las Madres y Abuelas de la Plaza de Mayo (Argentina), las Madres de la Candelaria y las Madres de Soacha (Colombia), el Comité de Madres de Reos y Desaparecidos (El Salvador), las Madres por la Paz de Mindanao (Filipinas), entre otras. Pero la propia Magallón prefiere hablar de maternaje, entendiéndolo como la "práctica de dedicar tiempo al cuidado de la vida, a sostener y cuidar la vida", desligándolo así del acto biológico de la maternidad y haciéndolo alcanzable por tanto también a los hombres.

Mujeres congoleñas celebran con cánticos la firma del Acuerdo de Paz de Goma en 2008. UN Photo/Marie Frechon
Mujeres congoleñas celebran con cánticos la firma del Acuerdo de Paz de Goma (RDC) en enero de 2008. UN Photo/Marie Frechon

De la calle a la mesa de negociación

Según el informe " Mujeres construyendo la paz", publicado recientemente por la organización internacional Conciliation Resources, la contribución de las mujeres a la paz puede variar en función de la fase del conflicto y de otros factores sociales y culturales, sin embargo, suele cumplir cinco roles básicos: proveer bienestar social y humanitario (a consecuencia del conflicto muchas mujeres se convierten en cabezas de hogar y asumen papeles que antes estaban destinados al varón); tareas de mediación para pedir, formal o informalmente, el fin de la violencia (con estrategias que van desde las vigilias o marchas hasta las huelgas de sexo); defensa de los derechos humanos y concienciación; promoción de los derechos de las mujeres y la participación política; y la implicación en la reconstrucción social y económica.
Las Naciones Unidas reconocieron hace ahora trece años el valor de las mujeres como constructoras de paz y la necesidad de garantizar tanto su protección como su presencia en tanto sujetos activos en los procesos de paz. La Resolución 1325 fue considerada histórica al introducir, por primera vez, la perspectiva de género en este ámbito y se convirtió, desde su aprobación en octubre de 2000, en una herramienta clave para el movimiento feminista pacifista.
Pese a estos avances, como ha comprobado la investigadora de la Escola de Pau de la Universitat Autónoma de Barcelona, María Villellas, a día de hoy, la presencia de mujeres en las mesas de negociación sigue siendo minoritaria, tan solo en torno al 4%. En el recomendable estudio " La participación de las mujeres en los procesos de paz. Las otras mesas", Villellas sostiene que la ausencia de las mujeres en los procesos de paz, no se explica tanto por un déficit de experiencia en el diálogo o la negociación sino por "la falta deliberada de esfuerzos para integrarlas en procesos de paz formales". Estos, a su vez, se explican por la estructura patriarcal de nuestras sociedades, a través de la cual se construyen unas "estructuras patriarcales de negociación". Dicho en palabras de Aiziza Mint Kadra, ex vice alcaldesa de Timbuktu, en Malí, recogidas en el último informe anual de ONU Mujeres: "Las mujeres estamos entre las más afectadas por la crisis. Somos además quienes mejor comprendemos las dinámicas de un conflicto. Sin embargo, todavía estamos excluidas de la adopción de decisiones".
eldiario.es

domingo, 22 de septiembre de 2013

Las denuncias falsas por violencia machista son "escasísimas", según la Fiscalía

En al año 2012 se interpusieron 128.543 denuncias por violencia machista y solo se incoaron 32 procedimientos por denuncia falsa, un "escasísimo" porcentaje "suficientemente elocuente", según el Ministerio fiscal, para "rebatir las voces que se alzan en torno a la existencia" de éstas.

Así se recoge en la Memoria de la Fiscalía correspondiente a 2012, que por primera vez analiza los datos estadísticos relativos a violencia sobre la mujer, que son incompletos en algunos casos, ya que todas las fiscalías no han remitido la información requerida.

De los 32 procedimientos por denuncia falsa, solo se ha dictado sentencia condenatoria en 24, lo que supone que únicamente el0,0045 por ciento se han acreditado que lo eran, y, además, en la mitad de ellas ha sido por conformidad de la acusada.

El informe señala que el número de sentencias en juicios penales por violencia machista ascendió el pasado año a 47.049, de las que 45.306 fueron dictadas en causas por delito y en más de un 67 por ciento el acusado fue condenado, mayoritariamente (51 por ciento) por maltrato ocasional.

Del total de sentencias por delito condenatorias, un 43 por ciento fue por conformidad del acusado.

Tras el maltrato ocasional, los delitos por los que más se ha condenado son el de amenazas leves (15 %), lesiones menos graves y graves (8 %), quebrantamiento de condena (6 %) y maltrato habitual (6 %).

En cuanto a las penas impuestas y, según los datos facilitados, un 54,23 por ciento fueron de prisión y un 45,23 por ciento de trabajos en beneficio de la comunidad.

En un 82 por ciento de los supuestos se suspendió la pena privativa de libertad, aunque la Memoria precisa que las suspensiones pueden referirse a condenas del año anterior y aclara que este beneficio se concede con la condición de que el agresor no se acerque a la víctima para garantizar su protección.

Sobre los procedimientos civiles los datos aun son más incompletos puesto que solo han remitido la información una treintena de las 50 provincias, aunque el informe aprecia que la mayoría de ellos se tramitan sin acuerdo de las partes.

Según la Memoria, el número de mujeres fallecidas por violencia de género (52) ha descendido por segundo año consecutivo, ya que se han registrado 16 menos que en 2011.

Del total de víctimas muertas, 11 eran extranjeras y también han experimentado un descenso respecto al año anterior (16 menos).

Si se compara las cifras absolutas de mujeres fallecidas con el de nacionales y extranjeras censadas en España, la proporción es mayor entre estas últimas.

Sin embargo, el porcentaje de víctimas que no interpusieron denuncia ha pasado del 76,4 al 80 por ciento. La Fiscalía considera "insostenible" estos datos.

También ha aumentado el número de fallecidas que habían reanudado la convivencia con su agresor (un 7,69 frente al 4,41 por ciento de 2011).

Respecto al Protocolo Médico Forense de Valoración Urgente de Riesgo, la Memoria destaca su "escasa implantación", ya que no se ha hecho efectiva en la mayoría del territorio nacional, ni siquiera en las comunidades en las que las competencias de justicia no han sido transferidas.
Efe

sábado, 21 de septiembre de 2013

Violencia machista de baja intensidad

“Cuando tenía 15 años me dirigía a un centro comercial que está un poco alejado del centro de la ciudad. Eran como las seis de la tarde, y estaba esperando en un paso de cebra para cruzar. Pasó enfrente de mí un camión, el conductor estaba haciendo gestos obscenos con la boca mientras me miraba, yo solo le levanté el dedo corazón y le llamé cerdo. A esto el camionero reaccionó escupiéndome desde el camión. Me dio tanto asco y vergüenza que todavía no se lo he contado a nadie.”
Caminar por la calle, estar sentada en el metro, sentarse en un bar tranquila… Situaciones cotidianas que para muchas mujeres es una lacra incómoda que carece de crimen y castigo. Y es que un momento confortable puede verse tornado enseguida en algo desagradable para  ellas al ser objeto de una mirada lasciva, una mano masculina en una pierna femenina sin que haya habido consentimiento alguno o escuchar una ‘mamarrachada’ fuera de tono mientras toma un café. ¿No se puede hacer nada para denunciar eso? Ahora ya sí, gracias a la iniciativa The Every Day Sexism Project. Se trata de un espacio que (como dicen en su web) “existe para exponer y catalogar las instancias de sexismo que vivimos día a día. Puede tratarse de casos serios o menores, ofensivos e indignantes, o tan triviales y naturalizados que ni siquiera nos sentimos capaces de protestar.”

Situaciones como estas son una constante en la vida de muchas mujeres. Desde la página web de Sexismo Cotidiano (su traducción en español) o incluso en su muro de Twitter, cualquiera puede denunciar cada acto denigrante que haya sentido en su día a día. “Ser dueña de mi negocio y tener que aguantar que cientos de gilipollas me pregunten dónde está el jefe” o “Estoy cansada de ir por la calle y tener que aguantar que hombres que no conoces de nada te miren con cara de babosos y te digan cosas obscenas” son algunos de los cientos de ejemplos que mujeres de prácticamente todas las edades expresan para mostrar su crítica y condenar  situaciones “machistas” (como no dudan en calificarlo) que las denigran como personas.
El machismo todavía es fuente de disgustos para aquellas que solo quieren que ser tratadas como iguales. Pero echemos la vista atrás un momento, unos 40 ó 50 años (no son tantos aunque lo parezca). Estamos en medio de la denominada popularmente comoEspaña cañí. Las minifaldas se ponen de moda y el cine de comedia español comienza a mostrar a una mujer trabajadora que ya no solo es madre y ama de casa. Pero ¿cómo describen a esas mujeres? Pues según el recuerdo cinematográfico de films de, por ejemplo, Paco Martínez Soria (entreñable personaje, no obstante) o Pajares y Esteso, eran principalmente jóvenes y  muy atractivas cuya importancia en esas películas era mostrar escote y dejar que los protagonistas masculinos les tocasen y mirasen las piernas o los pechos sonriendo, mientras ellas debína coquetear por el gesto. Un machismo de carnes que pretendía ser una luz ante las sombras del franquismo y que marcó una década cultural en nuestro país. Pero esos gestos que fueron cotidianos en el ideario español ya no son admisibles ni tolerables.

Y aunque la ley no ampare casos “menores” (como dice la web The Every Day Sexism)esta página si matiza: “Al compartir tu historia estás mostrándole al mundo que el sexismo existe, que las mujeres lo vivimos todos los días y que es un problema válido que podemos y debemos discutir”.
Porque cualquier historia que incomode a una mujer puede y debe ser contada en este espacio: “No soporto que los hombres me miren. Sabemos de qué mirada hablo. Esa que les da derecho a desnudarte, esa que parece que te tocaran. Ayer tendía en mi casa y un hombre desde una ventana enfrente de la mía se paró de trabajar para mirarme fijamente. Y sientes de repente que debiste ponerte una bata o una camiseta más ancha y más gruesa. Aunque estemos a 30º a la sombra. Para protegerte de esa asquerosa mirada que te hace sentir culpable y sucia sin serlo”. 
Lo destacable de Every Day Sexism, como dice la directora de la Fundación Mujeres, María Soleto, es poder manifestar “una molestia cotidiana y una violencia de bajo tono”. Soleto reconoce que tanto esta iniciativa, como muchas otras que han ido desarrollando diversas organizaciones feministas a lo largo de los años, han logrado ayudar a evolucionar a la sociedad. “El clásico piropo no se produce con la misma virulencia que hace unos años, pero sigue ahí. Los gestos de este tipo hacen daño al desarrollo normal de la mujer”, señala. Para María Jesús Girano, presidenta de la Federación Mujeres Jóvenes “es un proyecto interesante donde exponer una realidad que es invisible para la sociedad y que esa sociedad cree que es normal”.
Girano destaca que la importancia de esta iniciativa reside en la fuerza de una voz colectiva y solidaria que ayuda, sobre todo, a las “menos fuertes”. “Las mujeres que tienen la autoestima más baja sufren más y pasan miedo por si al decir algo, ante un acoso claro en el trabajo, por ejemplo, son despedidas o criticadas. Este movimiento permite que expresen su problema en voz alta. Y una vez que se ha reconocido ya es más fácil luchar contra esa injusticia”, afirma.
Y es que la unión es la base de todo este tipo de movimientos y la mejor forma de conseguir que una iniciativa se vuelva un hecho es colectivizarla. Algo que Every Day Sexism tiene muy claro, porque del mismo que las mujeres españolas pueden denunciar enSexo cotidiano los acosos que reciben, la iniciativa también está presente en otros 16 países (Francia, Alemania, Holanda, Países Bajos, Portugal, Rusia, Inglaterra, Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda, Austria, Argentina, Italia, Australia, Brasil, Sudáfrica y Dinamarca), siempre desde su página web o Twitter. Es por ello que este es un movimiento que se está globalizando para poder dar una voz común a un problema para miles de mujeres en todo el mundo. Y es que, como dicen desde la Federación de Mujeres Jóvenes, “cuando das un paso, todas van contigo”.

jueves, 19 de septiembre de 2013

La Justicia rechazó el 45% de las peticiones de protección de las víctimas de violencia machista

La Fiscalía reconoce en su memoria anual que "las medidas cautelares constituyen uno de los principales instrumentos procesales para atajar el fenómeno de la violencia de género". Sin embargo, solo se han adoptado en 22.982 casos (en total se han presentado 128.543 denuncias y se han incoado 142.309 procedimientos). De los datos publicados este lunes también se desprende que se denegó la solicitud de protección de las denunciantes en un 44,93% de las peticiones. 23.461 mujeres solicitaron órdenes de protección en 2012 y la Justicia rechazó 10.541 por "no concurrir los requisitos previstos" en la ley.
"El argumento de que todas las mujeres maltratadas tienen protección es una falacia", asegura la jurista María Naredo, que explica que solo se implantan estas medidas en casos de "riesgo actual" y la interpretación queda en manos de los jueces. El escaso número de solicitudes de protección también se debe a la "desinformación", según Naredo.  "Hay una ausencia de adopción de medidas cautelares y esto provoca el desánimo de presentar denuncias porque no se encuentra protección en la justicia", añade la asociación de juristas Themis.
Otro problema al que se enfrentan las víctimas es el "crédito" que les conceden. Amnistía Internacional denuncia en un informe que "la violencia de género resulta particularmente difícil de probar al ser generalmente cometida en la intimidad". "Cuando hay lesiones físicas suelen conceder medidas de protección, pero cuando se trata de casos más cualitativos, como los daños psíquicos, no las otorgan", argumenta Naredo, experta en violencia machista.
La dificultad para presentar pruebas que resulten creíbles ante el juez explica, según los expertos, el alto grado de condenas absolutorias. La memoria anual de la Fiscalía recoge un total de 47.049 sentencias por violencia de género, de las cuales 45.306 fueron por delito. Las demás eran faltas. De esas sentencias 14.845 fueron absolutorias. "Muchas veces se dicta absolución por falta de pruebas y la investigación por parte de los jueces es endeble", denuncia Naredo. Otra explicación, según Themis, al elevado número de absoluciones es que prevalece "la presunción de inocencia" del agresor.
Las demás resoluciones judiciales, 30.461, fueron condenatorias, aunque los expertos lamentan que gran parte de ellas son "de conformidad", es decir, siguen el procedimiento del juicio rápido y, si hay pruebas, los presuntos agresores suelen aceptar la resolución y, en ese caso, se reducen las condenas. La Fiscalía reconoce que en la mayoría de los supuestos de las condenas (maltrato ocasional, amenazas leves, coacciones leves, etc.) y si las penas no superan los dos años de prisión, "si carecen de antecedentes penales los condenados, puede concederse la suspensión de la pena de prisión".

"Escasísimo" porcentaje de denuncias falsas

La memoria también demuestra que el número de denuncias falsas es muy bajo. Solo hubo, el año pasado, 32 procedimientos por esta causa, del total de 128.543 denuncias interpuestas por violencia machista. Esto supone que solo el 0,0038% de las denuncias no eran ciertas. La Fiscalía asegura que este "escasísimo porcentaje" permite "rebatir las voces que se alzan en torno a la existencia de «denuncias falsas»".
eldiario.es-Irene Castro

lunes, 16 de septiembre de 2013

La igualdad cotiza a la baja en el Ibex

Según un informe de la Asociación pro Derechos Civiles, Económicos y Sociales (ADECES), publicado en julio de este año 2013, de los 14 cargos analizados dentro del Gobierno central -presidencia y ministerios- diez son ocupados por hombres (71,43%) y cuatro por mujeres (28,57%). Unos datos que se acercan, pero no cumplen, la llamada Ley para la igualdad efectiva de hombres y mujeres, vigente desde marzo de 2007, que establece que las candidaturas de hombres y mujeres no podrán integrar una proporción inferior al 60-40%.
Sólo el Principado de Asturias tiene más consejeras que consejeros en su gobierno
En el caso de los gobiernos autonómicos, los resultados son muy dispares y muy lejanos a esos porcentajes establecidos. Respecto a las mujeres que gobiernan una comunidad se encontraban, entonces, el Gobierno de Aragón, la Junta de Castilla La Mancha y el Ejecutivo de Navarra. Lo que representa el 15,79% de las 17 comunidades y las dos ciudades autónomas. A éstas hay que sumarle la nueva comunidad en la que una mujer preside el Ejecutivo, Andalucía.
El estudio creado por ADECES examinó 284 organismos y empresas. La organización comprobó que la paridad en los puestos de alta responsabilidad es "una asignatura pendiente" en España. Por ello, la asociación entiende que "los poderes públicos deben impulsar la paridad" en sus actuaciones y "extenderla a través de las normas" porque "es un criterio indispensable para promover la igualdad, el empleo femenino y el reconocimiento" del avance formativo de la mujer".
Las Illes Balears han incorporado este mismo año a tres mujeres en sus consejerías De hecho y, sin dejar de lado los gobiernos autonómicos, de las 161 consejerías existentes en España, las mujeres representan el 36,02%. Sólo el Principado de Asturias tiene más consejeras que consejeros en su gobierno. En el caso de Cantabria, Galicia y el País Vasco, los tres disponen del mismo número de consejeras y consejeros. Peores datos arrojan las comunidades de Aragón y Murcia, en las que de sus 9 y 8 consejerías, respectivamente, solamente una está dirigida poruna mujer.
Las Illes Balears han avanzado en este campo este mismo año con el cambio de gobierno. El Gobierno balear ha aumentado el número de consejerías y, con él, ha incorporado tres mujeres en las carteras de Administraciones Públicas, Familia y Educación.

Sin apenas noticias de las mujeres en el Ibex

Las mujeres representan el 60% de los licenciados universitariosTeniendo en cuenta la Directiva de noviembre de 2012 de la Comisión Europea, en la que se establece como cifra el 40% de presencia de mujeres en los consejos de administración de las empresas, España tiene una asignatura pendiente. Según datos de la comisión en enero de 2013, las mujeres en los consejos de administración de las principales empresas del Ibex35 sólo representan el 12,3%. Unos datos contradictorios teniendo en cuenta que las mujeres representan el 60% de los licenciados universitarios.  
"Los hombres no están mejor preparados que nosotras pero tenemos que ir ganando terreno poco a poco", expresa la presidenta de ASEME. Sin embargo, para Inmaculada Álvarez, no hay que centrarse sólo en el Ibex, sino incidir también en la mediana y gran empresa. "Al menos, para que se llegue al mínimo de porcentajes que establece la ley", explicaba la presidenta.
Sólo Día, FCC y McDonald's tienen a una mujer como presidenta de su empresa
En cuanto a las empresas privadas, los hombres ocupan la presidencia en el 94,34% de las 53 empresas analizadas por ADECES. Sólo tres empresas -Día, FCC y McDonald's- tienen en este cargo de responsabilidad a una mujer, lo que representa el 5,66%. "En España vamos más ranqueantes en este sentido", expresaba la empresaria, "lo que hemos hecho ha sido fundamental y fantástico pero vamos muy poco a poco por lo que hay que elevar el ánimo".
En los consejos de administración de dichas empresas existen 464 cargos de consejeros -sin incluir a los presidentes- y 73 consejeras. El 84,2% que ocupan los hombres frente al 16% que lo hacen las mujeres. Dentro de las empresas del Ibex35, sólo 75 mujeres (el 15,03%) tienen cargo dentro de los consejos, mientras que el número de hombres se sitúa en el 84,97% (424 consejeros). CaixaBank y FCC son las empresas con mayor paridad con cinco mujeres en sus consejos de administración.
Endesa, Gas Natural y Técnicas Reunidas no incluyen a ninguna mujer en su Consejo de Administración
En la otra cara de la moneda se encuentran Endesa, Gas Natural Fenosa y Técnicas Reunidas, que no incluyen a ninguna mujer en el consejo. Anteriormente se incluía en este grupo a Sacyr S.A. que en su Junta General de Accionistas del pasado mes de junio ha aumentado el número de consejeros, incluyendo así a una mujer entre éstos. "Ahí tiene mucho que ver la llamada conciliación", expresaba Álvarez. La presidenta de ASEME no entiende por qué lo llaman así. "Yo prefiero llamarlo compartir antes que conciliar". Esto influye en la mujer ya que "hay puestos en los que hay que viajar mucho, estar fuera de casa, ausentarse y esto siempre ha perjudicado a la mujer".
Para las empresas que conforman el Ibex35 se adecúen a lo que estipula la Comisión Europea, se necesita incorporar un total de 111 mujeres hasta el año 2020, lo que se traduce en una media de 14 mujeres por ejercicio futuro. Esto quiere decir que el número de hombres debe reducirse o ampliar los cargos. La que más se acerca a la petición de Bruselas es Red Eléctrica.
publico.es

viernes, 13 de septiembre de 2013

¿Por qué equidad y no igualdad de género?

Gracias a la lucha feminista ahora muchas mujeres participan en diversos ámbitos de lo público, pero la situación aún está muy lejos de lo deseado en términos de equidad e igualdad entre hombres y mujeres. Subsisten serias diferencias y el campo económico es muy ilustrativo: las mujeres ganan menos que los hombres por realizar el mismo trabajo. El acceso a la justicia se complica porque a veces  las mujeres desconocen sus derechos, hecho que se magnifica en situación de pobreza. Los cuidados restan a la mujer tiempo para formarse y consiguientemente es fácil que su aporte económico a la familia sea permanentemente inferior, también su desenvolvimiento en el mundo social al venir del ámbito privado puede aparecer como menos capaz, pero hay  visiones que solo  la mujer puede aportar por eso es preciso incidir en las cuotas para en el ámbito que pretende una sociedad democrática la mujer tenga su lugar . No se trata de que ahora las mujeres quieran quedar por encima de los hombres, se trata de que colocarlas en el mismo lugar de salida para la carrera para,por ejemplo, a la hora de decidir entre una carretera o una guardería ellas puedan aportar su visión. 

¿Por qué equidad y no igualdad de género?

El concepto de igualdad de género parte de idea de que todas y todos somos iguales en todos los aspectos: políticos, económicos, sociales, educativos, y que por ende, tenemos los mismos derechos. El problema aquí es que se parte del hecho de que todas y todos tenemos las mismas oportunidades, hecho que no es cierto porque éstas dependen del contexto social, económico, étnico, político y cultural de cada persona.
De acuerdo con el FIDA (International Fund for Agricultural Development IFAD) por igualdad de género se entiende una situación en la que mujeres y hombres tienen las mismas posibilidades, u oportunidades en la vida, de acceder a recursos y bienes valiosos desde el punto de vista social, y de controlarlos. El objetivo no es tanto que mujeres y hombres sean iguales, sino conseguir que unos y otros tengan las mismas oportunidades en la vida.

Por equidad de género se entiende el trato imparcial entre mujeres y hombres, de acuerdo a sus necesidades respectivas, ya sea con un trato equitativo o con uno diferenciado pero que se considera equivalente en lo que se refiere a los derechos, los beneficios, las obligaciones y las posibilidades. En el ámbito del desarrollo, el objetivo de lograr la equidad de género, a menudo exige la incorporación de medidas específicas para compensar las desventajas históricas y sociales que arrastran las mujeres. Por ejemplo, en algunos institutos políticos se generan las llamadas cuotas de género en la estructura de toma de decisiones, que garantizan un número mínimo de participación de mujeres con lo que se trata promover la participación de éstas y eso no es injusto para otros hombres que también quisieran estar en la estructura de toma de decisiones, sino que obedece a una cuestión de desventaja histórica de las mujeres en la participación política.
La igualdad de género es positiva, pero para que ésta se de debe haber una equidad de género, teniendo ésta en cuenta como punto de partida las diferencias existentes en los distintos grupos de la sociedad y la creación de condiciones para que estas diferencias no impidan que se tenga acceso a las mismas oportunidades de desarrollo económico, personal, político, etc. Por ejemplo, las diferencias de oportunidades existentes para estudiar entre hombres y mujeres son diferentes en el ámbito rural y el urbano por ser dos contextos muy distintos.

Es por eso que, desde la perspectiva de equidad de género, se deben tomar en cuenta las condiciones diferentes de las que parten mujeres y hombres y plantear opciones para que ambos puedan desarrollarse de igual forma con las mismas oportunidades. Por ejemplo, se debe reconocer que las mujeres hoy por hoy tienen mayores obstáculos para acceder a puestos laborales altos, a un sueldo equivalente al que le pagan a un hombre por hacer el mismo trabajo.
De acuerdo con la ONU, la: “Igualdad entre los géneros implica igualdad en todos los niveles de la educación y en todos los ámbitos de trabajo, el control equitativo de los recursos y una representación igual en la vida pública y política.”

La ONU también enfatiza que es crucial lograr la paridad en la educación (en la educación primaria y niveles siguientes) para que las mujeres participen plenamente en la sociedad y en la economía mundial y nos da ejemplos: en demasiados países las niñas quedan rezagadas. Entre los numerosos beneficios de una educación de buena calidad se cuenta la seguridad que entraña un empleo remunerado, pero con demasiada frecuencia las mujeres son relegadas a puestos mal pagados y que no brindan seguridad. Aunque ha aumentado el porcentaje de mujeres que ocupan empleos remunerados en los sectores no agrícolas, en muchas regiones siguen representando una pequeña minoría de los trabajadores asalariados, con una representación excesiva en el sector informal.
Es así  que la equidad de género resulta en oportunidades más justas para las mujeres, con lo que éstas se ven beneficiadas porque lo que se busca es un igual acceso a diferentes alternativas. 


http://enlamira.inmujeres.gob.mx/index.php?option=com_myblog&show=A-Equidad-o-Igualdad-de-GA-nero-.html&Itemid=57

jueves, 12 de septiembre de 2013

Desigualdad y relaciones de género

Existe un tope invisible que impide a las mujeres llegar, en el terreno público, donde están los hombres. Es lo que se ha denominado techo de cristal, que oculta una discriminación indirecta, no reflejada en las leyes y que se mide por los resultados diferenciales. Ello es lo que justificaría las acciones positivas y la paridad.

Partimos de desigualdades reales sustantivas entre hombres y mujeres en cuanto al acceso a los recursos, el poder de los amigos, el tiempo disponible y los modelos de socialización. Para contrarrestar las desigualdades entre miembros de grupos con diferente poder social se han utilizado, en primer lugar, las acciones positivas, cuyo objetivo es el de desmasculinizar los sistemas de cooptación existentes; más recientemente, se acuñó el término de democracia paritaria tras la constatación de que, en democracia, lo números cuentan: se necesita una masa crítica, es decir, incrementar la cantidad relativa de mujeres para lograr un cambio cualitativo en las relaciones de poder, objetivo de ambas iniciativas.
Para comprender su necesidad comentaremos qué sucede cuando las mujeres, un grupo con menor poder que los hombres, forman una minoría y se convierten en mujeres símbolo. Se romperán de esta manera algunos mitos o especulaciones relativas a si las mujeres en el poder o en altos cargos se asimilan a la dinámica existente sin más transformaciones -como si ello dependiera de una mera decisión voluntarista-, al igual que se entenderán los costes que supone el estar en minoría en un lugar donde la mayoría está formada por varones. Pasar a ser una minoría menos minoritaria -para situarse en torno al 30-35%- va a permitir comenzar a influir en la cultura del grupo y lograr el establecimiento de alianzas entre los partícipes del grupo minoritario. De esta forma, sus miembros podrán empezar a cambiar la estructura de poder y, por añadidura, el propio estatus como minoría
......
Podemos clasificar en dos grandes sectores la respuesta de las mujeres ante esta difícil situación: el de quienes se comportan con el ya citado “síndrome de la abeja reina”, y cuya conducta responde a lo que Amorós denomina, de forma más barroca, "síndrome del becario desclasado", desmarcándose del resto de las mujeres que (aún) no ha llegado; y el de quienes adoptan una postura solidaria, crean conciencia social y contribuyen a que se llegue a la masa crítica. Conviene recordar que la élite femenina se encuentra aislada, tanto de la élite masculina, de quien depende su legitimación interina y precaria, como de la masa femenina, que no ha podido incorporarse a esas parcelas de poder (García de León, 2002), dinámica que se crea
Raquel Osborne, UNED.


http://webs.uvigo.es/pmayobre/textos/varios/politica_y_sociedad_raquel_osborne.pdf

martes, 10 de septiembre de 2013

La triple discriminación de la mujer inmigrante y trabajadora

Reivindicar la necesidad de asumir la construcción de una sociedad en la que se reconozcan y garanticen las condiciones de igualdad y vida digna para las mujeres extranjeras debe ser uno de nuestros objetivos. La mujer extranjera sufre una triple discriminación: Discriminación  como MUJER, como TRABAJADORA y como INMIGRANTE .De cara a estas discriminaciones, deberían hacerse cargo la ciudadanía, los poderes públicos de ámbito local y nacional y las administraciones que trabajan a favor de la mujer.
Las condiciones del mercado laboral actual, los sectores económicos en los que se registran los niveles más altos de ilegalidad son los mismos en los que se ha concentrado la demanda de trabajo de extranjeros y, no por casualidad, los que registran mayores niveles de precariedad. De estos, las mujeres inmigradas y fronterizas, en el caso de nuestra ciudad,  han sido reclutadas mayoritariamente en ramas caracterizadas por sus condiciones de inestabilidad y desamparo jurídico, como el trabajo doméstico y de cuidado, la hostelería y la prostitución.
En general, las mujeres extranjeras trabajadoras,  contribuyen más de lo que perciben, y su colaboración en el mercado laboral y en el crecimiento económico no conlleva una contrapartida adecuada en el reconocimiento y ejercicio de sus derechos.

MUJERES EXTRANJERAS TRABAJADORAS EN LA LLAMADA INDUSTRIA DEL SEXO:

Las mujeres que ejercen la industria del sexo son en su mayoría mujeres extranjeras y su ejercicio está sujeto a relaciones de explotación y abren espacios de impunidad a los traficantes de personas y al trabajo sexual forzado.
Dado que los derechos de las personas migradas y los derechos de quienes ejercen la prostitución son derechos humanos, urge la elaboración de una política de lucha contra el tráfico de seres humanos para su explotación sexual, que en lugar de fundamentarse en la aplicación de sanciones y la práctica de expulsiones respecto de las personas traficadas, supongan el reconocimiento de sus derechos humanos, sociales, judiciales y la prestación de ayudas específicas.


EXTRANJERAS VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DOMÉSTICA:

La Mujer extranjera es especialmente vulnerable en situaciones de maltrato familiar. Las circunstancias de hacinamiento, acoso económico y marginalidad, en que vive un alto porcentaje de estas mujeres, extreman las condiciones de intolerancia y violencia doméstica.   Muchas de ellas tienen miedo a denunciar porque carecen de la documentación necesaria de regularización de su situación administrativa. Esta principal carencia se añade las dificultades materiales, lingüísticas y administrativas que disuaden a la víctima de denunciar o solicitar garantías. Esta situación se agrava aún más en los casos en que la mujer extranjera,  que esté conviviendo con un nacional y tenga hijos, ya que su situación de vulnerabilidad y riesgo se acentúa al ser su pareja la que controla los recursos económicos de los cuales ella depende exclusivamente.
Ante esta situación, es urgente, adoptar nuevas normas y prácticas públicas que observen de manera no uniforme los casos de maltrato y protejan a la mujer extranjera víctima de este tipo de violencia de acuerdo con sus especiales circunstancias de vulnerabilidad y riesgo.  La indiferencia y dejadez ante la desigualdad y la exclusión de las más débiles nos condenará a todos a vivir en una sociedad injusta .

http://digmunceuta.blogia.com/

lunes, 9 de septiembre de 2013

495 millones de mujeres en condición de analfabetismo, según UNESCO

La UNESCO ha denunciado que hay 495 millones de mujeres en condición de analfabetismo y 36 millones de niñas sin escolarizar por el Día Internacional de la Alfabetización que se celebra este domingo, 8 de septiembre, por lo que ha hecho un llamamiento a favor de este "derecho humano fundamental" que, a su juicio, constituye "la base del aprendizaje por su capacidad de transformar la vida de las personas".
   Con el lema 'Alfabetizaciones para el siglo XXI', en esta ocasión la UNESCO --que celebra esta efeméride desde hace 40 años-- quiere hacer hincapié en la necesidad de alcanzar "las competencias básicas de alfabetización para todos" y dotar a cada persona de las más avanzadas aptitudes de lectoescritura y cálculo, como parte del aprendizaje a lo largo de toda la vida.
   "La alfabetización es mucho más que una prioridad educativa. Es la inversión de futuro por antonomasia y la primera etapa de cuanta nueva alfabetización se emprenda en el siglo XXI. Queremos un siglo en el que todos los niños sepan leer y explotar esta ventaja para ganar en autonomía", ha indicado la directora general de la UNESCO, Irina Bokova.
   Tanto la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, como la Convención sobre los Derechos del Niño y el objetivo 2 de los Objetivos de Desarrollo para el Milenio de la ONU (Naciones Unidas), proclaman el derecho a la enseñanza primaria, gratuita y obligatoria, y fijan como principal meta, la reducción o erradicación del analfabetismo para el 2015, ya que la alfabetización es un derecho que ayuda a reducir la pobreza, aumenta las oportunidades económicas, la autonomía de las mujeres, fomenta la participación en la vida pública, la conciencia de la propia valía y mejora las perspectivas de vida de las personas y su dignidad.
   Según el "Atlas mundial de la igualdad de género en la educación", editado por la Unesco en 2012, las oportunidades educativas han ido en aumento para ambos sexos, aunque hay un avance notable en las tasas femeninas de acceso y retención en la progresión de las niñas desde la enseñanza primaria hasta la secundaria y niveles superiores.
   En cualquier caso, destaca que las niñas, en gran número de países y regiones, sigan desfavorecidas en el acceso a la educación, a pesar de que tienden a mostrar mayores tasas de permanencia y a obtener mejores resultados que los varones una vez incorporadas al sistema educativo.

LA BRECHA DE LA ESCOLARIZACIÓN

   En la misma línea, ONG como InteRed denuncian que las familias pobres, especialmente de zonas rurales, y las actitudes machistas marcan la brecha de la escolarización, ya que la población no escolarizada "viene siendo desproporcionadamente femenina".
   Esta ONG denuncia que la alfabetización para todas las personas sigue siendo "un objetivo incumplido" por parte de la comunidad internacional y alerta de que, de seguir la tendencia actual, "es poco probable que se alcance la meta de lograr una enseñanza primaria universal para 2015".
   Por ello, entre otros proyectos, trabaja en Bolivia en una iniciativa cofinanciada por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) que gira en torno a la educación básica gratuita, de calidad e inclusiva, especialmente niñas y mujeres indígenas de zonas rurales en 14 municipios con 85 centros de educación formal y 4 centro de educación alternativa.
   El 60% de la población escolar con la que se trabaja en este convenio es de origen indígena: guaraní (Chuquisaca), aymara y quéchua (La Paz y Cochabamba), según precisa la ONG.
Ep.Social