Sanidad ha iniciado una campaña para castigar a las mujeres que quieran tener hijos sin un hombre al lado.
Si el criterio que se quiere imponer para acceder a los tratamientos de reproducción asistida es la fertilidad, ¿por qué asistir a una mujer fértil con compañero infértil? ¡Que se busque un varón que sea fértil!
En una pareja heterosexual es raro que los dos sean estériles, seguramente que o él o ella pueden concebir si se buscan a una persona fértil, del otro sexo naturalmente. Si el criterio que se quiere imponer para acceder a los tratamientos de reproducción asistida es la fertilidad, ¿por qué asistir a una mujer fértil con compañero infértil? ¡Que se busque un varón que sea fértil! ¿O es que el criterio no es la esterilidad, como se dice sino, en realidad, tener una pareja heterosexual estable? Eso parece, porque el acceso a los tratamientos que pretende el Ministerio de Sanidad define la esterilidad como la incapacidad de concebir después de 12 meses de practicar sexo coital (se supone que con el mismo hombre). Se excluye así a las mujeres que, por la razón que sea, no mantengan relaciones sexuales con hombres o no las mantengan permanentemente. ¿Es posible imponer ese criterio legalmente?
Sanidad ha iniciado una campaña para castigar a las mujeres que quieran tener hijos sin un hombre al lado. Sanidad no se mete, en cambio, en la cuestión del aborto que deja a Justicia, dejando así claro que para este gobierno el derecho al aborto no tiene nada que ver con la salud, sino directamente con la aplicación del Código Penal. Este Ministerio es el encargado de castigar a las mujeres que decidan interrumpir su embarazo. En el primer caso y en el segundo lo que se pretenden es castigar a las mujeres que pretendan hacerse dueñas exclusivas de sus cuerpos, de su sexualidad, de su reproducción…A esto se añade la no financiación de los anticonceptivos, la búsqueda de la prohibición de la píldora del día después, la imposición en todos los casos de la custodia compartida…el Partido Popular tiene toda una batería de propuestas claramente misóginas dirigidas por aquellos a quienes les gustaría volver a poner a las mujeres bajo la tutela, o bien masculina o bien del estado, que es masculino.
Hace años en la asociación en la que yo militaba tuvimos la idea de poner en contacto a lesbianas que quisieran tener hijos con hombres que estuvieran dispuestos a donarles semen sólo porque estos hombres querían ser partícipes de la lucha por los derechos de las lesbianas. Se oculta, por cuestiones normalmente económicas (es un enorme mercado), que para hacerse una autoinseminación, si no hay problemas médicos, no hace falta someterse a complicadísimos (y carísimos) tratamientos médicos; quedarse embarazada es algo muy sencillo. No hacen falta máquinas de última generación, el semen escogido se puede introducir en la vagina con una jeringuilla, así de simple. Este procedimiento se conocía en la antigüedad y se sigue utilizando hoy día. Es un procedimiento sencillo y barato. En ocasiones, la mujer en cuestión no quiere tener ninguna relación con el donante de semen y esa es una de las razones que lleva a muchas mujeres a escoger la inseminación en una clínica, que así se garantiza el anonimato del donante. Este problema se puede solucionar muy fácilmente utilizando empresas que se dedican a vender semen testado clínicamente (es decir, “limpio” de enfermedades). Son empresas serias y pueden encontrarse en internet. Es fácil, seguro y barato.
Para ayudar a abortar las asociaciones feministas volverán a informar a las mujeres de dónde y cómo poder hacerlo. Volveremos a hacer lo que hacíamos en el franquismo y en la transición. No será de manera gratuita como si se hiciera en la Seguridad Social, pero tampoco estamos ya como en el franquismo (el PP sí, pero nosotras no) Ahora consigues un vuelo a cualquier capital europea por 40 euros. Podrían establecerse convenios con otras asociaciones feministas europeas para realizar abortos por un precio mínimo. Las asociaciones de mujeres feministas tendrán que volver a distribuir anticonceptivos entre las adolescentes atribuladas, así como la píldora del día después, que la Ministra lleva meses intentando demostrar “científicamente” que es abortiva y mala para la salud sin conseguirlo por ahora.
¿Las soluciones que propongo parecen exageradas? No lo son. Ya hemos ido antes a abortar a Londres; las lesbianas teníamos hijos e hijas mucho antes de que nos dieran permiso. No vivimos en los 60 ni acabamos de salir de una dictadura por mucho que muchos dirigentes del Partido Popular quisieran devolvernos a ella. Las mujeres tenemos información, sabemos cómo usarla, llevamos décadas (siglos en realidad) luchando y consiguiendo ensanchar los límites de nuestra libertad, vivimos en Europa, estamos organizadas, sabemos cómo informar a otras mujeres, cómo tejer redes de apoyo y, sobre todo, de resistencia. Si algo se nos da bien es resistir. Todo eso que planteo no es exagerado ni una locura. Son, simplemente, posturas de resistencia que hay que adoptar cuando te meten el frente de batalla en tu propia casa, en tu propia habitación, es decir, en tu propio cuerpo. Resistir y no olvidar.
Ninguna de las leyes misóginas del Partido Popular va a durar otra legislatura. En realidad, creo que el PP le está preparando el camino a cualquier partido que gobierne después. El partido o coalición de partidos que gobiernen después del PP –y no será muy tarde- tendrán muy fácil no sólo revertir estas leyes sino ensanchar las que teníamos, algunas de las cuales no colmaban nuestras expectativas. Quien gobierne después no nos podrá dar gato por liebre a las feministas. El aborto tendrá que salir por fin del Código Penal en todos los casos, (excepto en el caso de que se realice contra la voluntad de la mujer) como llevamos décadas exigiendo; se acabaron los tutelajes en forma de la obligatoria “reflexión” (las mujeres somos capaces de reflexionar muy rápido), aborto libre sin límite de tiempo si peligra la vida de la mujer. Es decir, la vida de la mujer siempre y en todo caso, por delante de la vida del feto o del embrión. Educación para la Igualdad de verdad, en todos los colegios e institutos, concertados, públicos y privados con contenidos mínimos y obligatorios…
Esta época oscura para las mujeres que nos está imponiendo el PP no va a durar mucho más. Resistiremos y saldremos reforzadas. Ya lo hemos hecho antes y volveremos a hacerlo. El PP se va a ir más temprano que tarde, pero el feminismo seguirá aquí.
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