miércoles, 24 de julio de 2013

Siete tradiciones que matan a las mujeres

Hoy por hoy, son muchas las situaciones en las que se violan los derechos humanos de las mujeres por el hecho de serlo. Aunque parezca mentira, se siguen practicando en diversos países costumbres salvajes y espeluznantes que truncan la infancia de muchas niñas y vejan a muchas mujeres. Algunas de las siete tradiciones que repasamos a continuación forman parte de la historia, pero otras se siguen practicando.
Acogida con estiércol e insultos a la mujer masai
Los masai son un pueblo que vive entre Kenia y Tanzania. El matrimonio de la mujer lo decide su padre cuando ella es todavía bebé. Las relaciones sexuales fuera del matrimonio están permitidas siempre que la mujer sea prepúber o después de la menopausia, para evitar tener hijos fuera del matrimonio. La mujer será acogida por primera vez en casa de los parientes de su futuro esposo con insultos y estiércol. Simboliza la vida difícil que comienza y se hace como símbolo de que deben fortalecer su carácter. El día de la boda, la novia será sometida a una larga ceremonia .En la casa de su familia, las mujeres la rodearán y envolverán con toallas de color y la adornarán con cuentas de piedras preciosas, sobre todo blancas. Una vez preparada, se coloca los zapatos, coge el fimbo, un palo utilizado para el pastoreo, y abandona la casa de su padre, que da su bendición escupiéndole un sorbo de leche en el cuello. Una vez ha salido de su antigua casa, ya no puede dar marcha atrás porque se convertiría en una piedra.
Mientras se dirige a la casa de su futuro esposo, varias mujeres le regalarán cabras y terneros. El novio la esperará cocinando carne de cabra a la parrilla, mientras otras mujeres estarán preparando una mezcla de huevos y la harina de chapati para el banquete. A lo largo del matrimonio, puede ser prestada por el marido a cualquier amigo que esté de paso por el poblado y necesite satisfacer alguna necesidad venérea.
Las mujeres jirafa de Tailandia
Las llamadas mujeres jirafa pueden encontrarse en distintos rincones del planeta, pero unas de las más famosas son las pertenecientes a la tribu Kayan o Karenni, una minoría étnica tibeto-birmana que se fue desplazando hacia Tailandia por los conflictos bélicos acaecidos en su zona natural. El nombre original que reciben allí estas mujeres es Padaung. La comparación que se hace con las jirafas proviene de lo que los caracteriza: un cuello largo y robusto. El estiramiento del cuello se consigue mediante el ensortijamiento de aros de latón alrededor del mismo. Esto se realiza paulatinamente a lo largo de la vida de cada mujer. Lo que provocan estos anillos es una opresión de las clavículas hacia la cavidad torácica.
El efecto visual que se consigue es el de un cuello estilizado y más largo de lo normal, toda una atracción turística hoy en día. El gobierno birmano trató de prohibirlo para subsanar una imagen de país poco desarrollado. Las Padaung se consideran símbolo de belleza al imitar a un dragón, animal muy apreciado por el folclore tribal, aunque otras hipótesis poco contrastadas afirman que el estiramiento servía para afear a la mujer y evitar que fuera esclavizada, o incluso para evitar la mordedura de un tigre. La colocación de los anillos comienza a hacerse cuando las mujeres son sólo niñas. Esta tribu es marcadamente falócrata, y los castigos que los hombres imponen a las mujeres por delitos como el adulterio incluyen a veces la retirada de todos los anillos, circunstancia que provoca la asfixia o el desnucamiento de la condenada, que para sobrevivir se ve obligada a vivir el resto de su vida tumbada o sujetando permanentemente su propia cabeza entre las manos.
Casas para engordar futuras esposas en Mauritania
En Mauritania, a las niñas y mujeres más gordas se las considera bellas, ricas y adaptadas socialmente mientras que a las delgadas, inferiores y una vergüenza. Por ello, es tan importante para las niñas ser gorda que quienes son delgadas son enviadas a un campamento de verano para subir de peso. Según una tradición conocida como Leblouh, desde los cinco años, se someten a este cruel proceso en el que las obligan a comer para ganar kilos. Las prácticas obligatorias implican el consumo de cantidades enormes de comida y, si es necesario, la provocación de vómitos para seguir ingiriendo alimentos. La tradición mauritana dice que el tamaño de una mujer indica el espacio que ocupa en el corazón de su marido.
Los pies vendados de las niñas chinas
La leyenda más popular dice que, un día del siglo X, una cortesana del palacio imperial, famosa por su belleza y su talento al bailar, recibió la orden de preparar una danza para deleite del emperador Tang Li Yu y en honor de los espíritus. Se mandó a construir para ella un piso hecho de lotos de oro donde pudiera ejecutar su danza. Se le adornó el cuerpo con las más esplendorosas joyas y se le vendaron los pies imitando la forma de la media luna. Queriendo imitar su belleza, todas las mujeres de la corte y del resto del imperio vendaron sus pies y los de sus hijas, y los de casi mil millones de chinas que nacieron después de ellas.
Esta práctica ha estado vigente por al menos 2.000 años. El proceso de vendaje empezaba cuando las niñas tenían entre 4 y 6 años, y era realizado por la madre. Los pies eran puestos a remojo en agua con algunas hierbas, para eliminar todos los restos de pieles muertas, y las uñas se cortaban tanto como era posible. No superar los siete centímetros de pies era lo establecido. Después de un masaje, los 4 dedos más pequeños se rompían. Luego, se vendaban con seda o algodón empapado en líquido, apretando los dedos contra el talón.
Cada dos días se retiraba el vendaje y se volvía a realizar. El proceso duraba dos años. Para entonces, los pies medían sólo unos diez centímetros. Las únicas partes en contacto con el suelo eran su calloso talón y el dedo gordo. Aunque parezca increíble, estos pies fueron por cerca de un milenio el más oculto tesoro de las mujeres chinas y el más soñado placer de sus hombres. Para que los pies se convirtiesen en ‘loto dorado’-obra de arte y objeto de deseo, debían medir sólo siete centímetros y reunir las siguientes características: ser delgados, pequeños, puntiagudos, arqueados, perfumados, suaves y simétricos.
Planchado de pechos en Camerún
Las violaciones se multiplican en países como Camerún y es una práctica habitual que las madres de niñas y adolescentes planchen periódicamente con un palo incandescente los pechos de sus hijas. Con ello intentan disminuir el atractivo sexual de las niñas y luchar así contra el abuso sexual. Planchando los pechos evitan que estos crezcan y que llamen menos la atención a los hombres. Es una práctica brutal que sufre una de cada cuatro niñas en Camerún, y cuyas madres defienden como beneficiosa. Algunas madres presionan las mamas de sus hijas con un palo caliente. Otras usan piedras o conchas ardiendo. El gobierno de Camerún ha llevado a cabo varias campañas para informar del trauma que sufren las jóvenes tras esta tortura y para enseñar a las madres que el elevado número de embarazos juveniles que sufre el país no se previene mediante este ritual irracional y bárbaro.
Condenadas a la lapidación
La lapidación es un medio de ejecución muy antiguo que consiste en que los asistentes lancen piedras contra el reo hasta matarlo. Como una persona puede soportar golpes fuertes sin perder el conocimiento, la lapidación puede producir una muerte muy lenta. Esto provoca un mayor sufrimiento en el condenado. Hoy en día, al menos cuatro países la practican contra quienes mantienen relaciones fuera del matrimonio, sobre todo mujeres. Nigeria, Somalia, Indonesia e Irán, aunque las leyes de otros seis también la recogen. En Irán, el Código Penal especifica cómo ha de llevarse a cabo la lapidación y el tipo de piedras que han de utilizarse. Su artículo 102 dispone que los hombres han de ser enterrados hasta la cintura, y las mujeres, hasta el pecho. Al artículo 104 establece que las piedras no han de ser “ni tan grandes como para matar a la persona ni tan pequeñas que no puedan considerarse piedras”.
La infibulación
Es la mutilación de los genitales femeninos, cercenando el clítoris y cerrando la vagina mediante una sutura que deja solamente una pequeña abertura para la emisión de orina y para permitir la salida del flujo menstrual. La forma más extensa de lo que en varias culturas africanas se denomina circuncisión femenina, una práctica que todavía se viene realizando en 28 países desde el cono de África y el mar Rojo hasta la costa atlántica y desde Egipto hasta Tanzania, comprendiendo también la mayor parte de Nigeria, los dos Yemen, Arabia Saudita, Irak, Jordania, Siria y el sur de Argelia. Con mucha menos frecuencia se realiza en algunas tribus de América Latina, Brasil, Perú y México, así como en Malasia y Pakistán. La meta es que las mujeres pierdan la habilidad de sentir placer sexual durante el coito, asegurando de esa manera que no serán infieles. El resultado es que la mayoría de las mujeres a las que se practica la infibulación desarrollan problemas médicos desde los quistes dermoides, infecciones urinarias y fístulas, hasta las hemorragias uterinas y otras complicaciones serias que pueden causarles hasta la muerte.
ISLAMUJERES

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