La crisis económica está afectando con especial incidencia a
la infancia, que apenas cuenta con medidas de protección y que se convierte en
invisible a los ojos de la sociedad y la administración de justicia. Esta es
una de las conclusiones a las que han llegado este martes los expertos que
participan en la jornada “Crisis económica, menores y justicia”, organizada por
la Fundación Abogacía Española y por la ONG Save the Children. Sobre la mesa,
algunos datos que encuadran el drama: “2,2 millones de niños españoles viven en
hogares pobres [cuando los ingresos no superan el 60% de la renta mediana:
7.300 euros anuales]”, alerta Victoria Ortega, secretaria general del Consejo
General de la Abogacía Española.
El responsable de políticas de infancia de Unicef, Gabriel
González, destaca que uno de los problemas para estudiar la pobreza y la
infancia en España es la falta de documentación y de estadísticas. Para
contextualizar el problema de la crisis y los menores, los expertos reunidos en
esta jornada han recurrido a datos generales sobre la recesión económica: “El
desempleo en familias con todos sus miembros en paro y con niños creció un 130%
de 2007 a 2010”, señala González. “La pobreza tiene rostro de niño, pero hay
que ver que los impactos serán también a medio y largo plazo. En general, las
políticas dirigidas a los niños son inexistentes porque hay una cultura de que
los menores son cosa de las familias”, agrega este experto.
Carlos Chana, responsable de infancia en dificultades de
Cruz Roja, recalca que su organización ha tenido que volver a una práctica que
ya casi tenían eliminada de sus programas: la asistencia de urgencia a las
familias. “Estamos yendo hacia una sociedad dual: los ricos cada vez son más
ricos y en cambio hay una mayoría pobre intentando subsistir y salir adelante”,
señala Chana.
De las 2, 4 millones de personas que atendió Cruz Roja en
2012, un millón requirió atención alimentaria. “El 70% de las personas que
atendemos no puede dar alimentos adecuados a sus hijos”, alerta este experto.
Porque más allá de las cifras, Chana pone rostro a los menores afectados por la
pobreza: “Son hijos de familias que han agotado el desempleo y otro tipo de
ayudas sociales, sus padres se mantienen con las pensiones de sus abuelos”.
También son pequeños que se sienten excluidos en clase porque no pueden comprar
el material escolar que se les requiere o que van a tener problemas en su
desarrollo porque la falta de recursos les impide llevar gafas u ortodoncia si
lo necesitan.
Gabriel González incide en otro hecho: la falta de ocio.
“Puede parecer algo banal, pero el ocio y el tiempo libre son fundamentales en
la formación de un niño y con la crisis las familias no pueden gastar en ello”,
señala González.
Otro debate tratado en la jornada ha sido la violencia
ejercida hacia los menores y cómo faltan recursos jurídicos para protegerlos.
Para Alberto Soteres, director general de Save the Children, “la pobreza y la
violencia son los dos grandes problemas que afectan a la violencia en España y
deben ser abordados de forma prioritaria”.
Además, la organización que dirige Soteres “ha detectado
prácticas en el ámbito judicial en contra de los derechos de los niños y las
niñas”. “La violencia contra los menores
ha aumentado un 13, 3% en el año 2012, y los recortes están afectando también a
la defensa jurídica de estos menores”, concluye Victoria Ortega desde la
Fundación Abogacía Española.
Susana
Hidalgo – Eldiario.es
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