Limpiar la casa, cocinar, cuidar del jardín, hacer la
colada, planchar, ir a por agua, o cuidar de ancianos son también tareas de
niños. Más de 15,5 millones de niños -la mayoría niñas- realizan trabajos
domésticos con o sin remuneración en todo el mundo, según un informe de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT). De ellos, 10,5 millones
aproximadamente se encuentran en situación de trabajo infantil, bien porque no
han cumplido la edad legal para trabajar o porque trabajan en condiciones
peligrosas o similares a la esclavitud. El informe constata que el número de
niñas en el trabajo doméstico "supera ampliamente" al de los niños.
La pobreza es el factor fundamental que desencadena que
muchos niños y niñas queden expuestos al trabajo doméstico. La mayoría de los
niños trabajadores proceden de hogares pobres que, sobre todo en sociedades
donde apenas existe protección social, se ven obligadas a enviar a sus hijos a
trabajar para ayudar a que sus familias subsistan.
Pero hay otros factores que también desencadenan el trabajo
infantil, como la discriminación por razón de género, de etnia, la exclusión
social, la falta de oportunidades educativas, la violencia doméstica, los
matrimonios forzosos, los desplazamientos o la pérdida de familiares cercanos como
consecuencia de conflictos armados o enfermedades. El informe pone como ejemplo
el impacto del SIDA en algunas comunidades: en el África Subsahariana, muchos
menores de muy corta edad cuyos padres mueren a causa de esta enfermedad tienen
que empezar a trabajar en el servicio doméstico de otros hogares para mantener
a sus hermanos.
En muchas ocasiones, las niñas trabajadoras domésticas viven
en casa de su empleador, lo que empeora su situación de aislamiento y
discriminación porque las hace más dependientes de su empleador. "A menudo
resulta difícil brindar protección a los niños trabajadores domésticos. No sólo
trabajan ocultos tras las puertas cerradas de los hogares de sus empleadores,
sino porque la sociedad tampoco tiene conciencia del trabajo que realizan",
señala el informe.
Ana, trabajadora doméstica en Filipinas desde los 9 años
Como mi salario era muy bajo, terminé pidiendo anticipos a mi empleador. A lo largo de los años,
llegué a acumular una deuda demasiado grande para poder reembolsarla. Es así como trabajaba y trabajaba sólo para poder obtener más anticipos mientras mi deuda crecía cada vez más.
La OIT recuerda que el convenio número 138 relativo a la
edad mínima de acceso al empleo y el 182 sobre las peores formas de trabajo
infantil establecen un marco para erradicar el trabajo infantil en el empleo
doméstico. El informe apunta dos medidas clave: extender los trabajos decentes
para los adultos y mejorar las oportunidades educativas, especialmente para las
niñas
La organización considera impresdincible tomar medidas
legislativas y políticas para erradicar el trabajo infantil y proteger a las
personas jóvenes en el empleo doméstico, involucrar a los empleadores y prestar
apoyo de todo tipo a los niños trabajadores.
"La reglamentación nacional y local de los trabajadores
domésticos, incluidos los jóvenes trabajadores en edad legal de trabajar, sigue
siendo una prioridad. Si bien muchos países han reglamentado el trabajo
doméstico, subsisten considerables brechas respecto a la cobertura de la
legislación del trabajo. Por ejemplo, la mitad de los trabajadores domésticos a
nivel mundial no gozan del límite legal de las horas de trabajo", afirma
la OIT.
Buenas prácticas
El informe menciona algunos casos de buenas prácticas, como
el de Malawi, donde han diseñado un sistema para mejorar las condiciones
laborales de trabajadores jóvenes. Todos deben registrarse con el jefe de la
autoridad tradicional, incluidos los nombres del empleador y el lugar de
trabajo. Unos comités comunitarios aseguran visitas de seguimiento y mediadores
para resolver los posibles conflictos. Partiendo de esa primera experiencia,
los sindicatos del país están promoviendo la creación de foros locales en los
que los trabajadores jóvenes pueden reunirse y debatir ideas y problemas.
"Esos foros actúan asimismo como mecanismos de
vigilancia, puesto que sus miembros siempre están alerta para detectar a los
niños trabajadores que no han cumplido la edad mínima de admisión al empleo.
Además, los miembros de los foros desempeñan un papel esencial en la
elaboración, revisión y aplicación de contratos individuales entre estos
jóvenes y sus empleadores", explica el informe.
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